El ingreso de vehículos llega a tal magnitud que sindicatos y autopartistas alertan que es una de las causas que provocó una caída en los niveles de producción y que favoreció el retroceso de los 0 Km nacionales en el mercado local. Como contrapartida, desde las empresas y el Ministerio de Producción hacen referencia a un proceso de “normalización”, tras años durante los cuales el kirchnerismo le puso un cerrojo a la tranquera y frenó importaciones, incluso con medidas que violaban abiertamente la normativa internacional. En medio de esta disputa de intereses, no deja de llamar la atención el “timing” por parte del macrismo. En momentos en que Trump está a punto de propiciar un giro de 180 grados en la política comercial de los Estados Unidos, en los que busca poner “de rodillas” a los gigantes de Detroit para que relocalicen inversiones en territorio estadounidense y abandonen sus planes en México, el Gobierno argentino mantiene una estrategia de fronteras totalmente abiertas para el ingreso de autos. Incluso, desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) hay preocupación porque -tras un año cargado de reclamos por suspensiones y reducción de personal en las terminales- detectaron un indicador que ya encendió las alarmas.Concretamente, se están importando más autos desde Brasil que los que en realidad permite el acuerdo bilateral, el cual fue ratificado por la gestión de Macri y la de su par Michel Temer hasta 2020. Los números, por cierto, no dejan de causar sorpresa, en un escenario en el que el mundo amenaza con una guerra proteccionista.La teoría vs la realidadMientras que el Gobierno festeja una recuperación de las ventas del 10% y el hecho de haber alcanzado el mejor nivel de patentamientos desde 2013, la producción interna acumuló en 2016 la tercera caída anual consecutiva.Más aun, el nivel de fabricación tocó el peor registro -en volúmenes- de la última década.Es cierto que Brasil hoy no tracciona, debido a la grave crisis económica que atraviesa su mercado. Esto explica por qué las exportaciones se desplomaron un 21% el último año. También es verdad que hoy la Argentina prácticamente no cuenta con destinos alternativos: México, el segundo mercado en importancia, compra apenas 15.000 autos anualmente, el equivalente a lo que produce la industria automotriz argentina durante siete jornadas hábiles en promedio. Pero desde la delegación de la UOM de Córdoba, argumentan que la crisis de Brasil no es la única causa que sirve para explicar el bajón de la producción. Desde el gremio encendió una luz de alerta por lo que consideraron una “falta de fomento a la industria nacional” que llevó a que el 2016 concluyera con “suspensiones y trabajadores en la calle”. Lo que alertan los sindicatos es la enorme participación que ganaron los autos importados -especialmente los brasileños-, que terminaron por hacerle perder share a los 0Km con sello nacional. Representantes del sector autopartista también se quejan del fuerte desbalance que está sufriendo la industria automotriz, dado que el crecimiento de las ventas en el mercado interno se está nutriendo prácticamente con vehículos que se fabrican en otros destinos. “No hay dudas de que los 0Km que están entrando le están sacando espacio a los autos nacionales”, se quejó el directivo de una cámara autopartista, que aseguró que pese a que las ventas domésticas treparon un 10%, la producción de autopartes cayó un 15%. Para los empresarios de ese sector, esto está vinculado con que casi todo el crecimiento de las ventas de las terminales y dirigidas a sus redes de concesionarios se apoyó en autos brasileños, en su gran mayoría. Según datos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa): • Las automotrices despacharon a las agencias de todo el país unos 281.600 autos nacionales. Esto implicó tan sólo 1.500 unidades más que en 2015. • Esto significa que prácticamente no hubo crecimiento: se trató de un alza insignificante, menor al 0,5%, frente a un despegue del 10% en las ventas minoristas. • Como contrapartida, las ventas a concesionarios de vehículos importados se acercaron a las 440.000 unidades. • Esto implicó una incremento de 133.000 unidades respecto del registro de 2015, lo que equivalió a un salto interanual de casi 45%.Los críticos a la mayor flexibilización de importaciones señalan que el volumen de autos traídos de afuera -principalmente brasileños- despachados a los concesionarios casi equipara a la producción nacional, algo inédito en la última década. Fuente: iProfesional
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