Pocos ejemplos se conocen en el mundo entre especies salvajes, aunque esta situación es menos excepcional entre animales de compañía o en cautividad, según un informe publicado en la revista Primates.Este macaco japonés de la isla de Yakusima, en el sur de Japón, fue filmado en varias ocasiones montando al menos dos ciervas sika, mucho más grandes que él.Sin llegar a penetrar al animal, el joven mono realiza movimientos claramente sexuales, en general tolerados por su improvisada pareja."No hay ninguna ambigüedad posible, se trata de un comportamiento de orden sexual", indicó a la agencia de noticias AFP la coautora del estudio, Marie Pele, investigadora de la Universidad de Estrasburgo (Francia).El primate ahuyenta luego a otros macacos que tratan de acercarse a la cierva, como si quisiera preservarla para él.Según los científicos, este comportamiento podría explicarse por la falta de parejas en su grupo."Este joven macaco no tenía acceso a las hembras de su grupo, acaparadas por los machos más viejos"."Estaba muy excitado y aprovechó la presencia cercana de esta cierva para hacer lo que tenía que hacer", dijo Pele.Los investigadores estiman necesario nuevos estudios para comprender las causas de estos comportamientos sexuales entre especies, incluido la zoofilia (cuando el hombre se siente atraído por los animales).Este es el segundo informe científico al respecto.
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