Paci se juega la vida buceando por el océano Índico, en Indonesia, para remover el cieno y recoger estaño, componente de los smartphones y las tabletas; una actividad ilegal y desastrosa para el medio ambiente con la que gana unos euros diarios.En la costa de las islas de Bangka y Belitung, en medio de aguas turquesas, comienza la fabricación de productos electrónicos.Un tercio del estaño en el mundo proviene de este archipiélago al este de Sumatra.En el escalafón más bajo de la cadena internacional que aprovisiona a los gigantes de la electrónica como Apple o Samsung, miles de hombres se sumergen en el océano sin la protección necesaria en busca del preciado metal blanco grisáceo por unos euros diarios."Es un trabajo muy peligroso, los riesgos son enormes", desde morir ahogado o los accidentes, declara Paci a la AFP, al remontar a la superficie.Va equipado con unas gafas de submarinismo y un tubo de plástico para respirar cuando remueve el fondo del océano."¿Pero qué quiere usted que haga? Es mi vida, y esto es mi trabajo", dice.El auge de la demanda de estaño en el mundo, usado para las soldaduras de aparatos electrónicos, incita a los particulares y a los pescadores a lanzarse sin autorización en la búsqueda del preciado metal, más rentable que las actividades legales.Fuente: NA
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