El acuerdo con los gremios del sector, que llevó a que se conserven los derechos laborales de los trabajadores pero se acoten beneficios en busca de aliviar el costo de explotación, aparece como una de las fortalezas del proyecto del gobierno; al permitir un compromiso compartido entre la Nación, la Provincia de Neuquén, las empresas y los trabajadores.La firma de una adenda que se aplicará al caso específico de los hidrocarburos no convencionales, igualmente, despertó críticas de quienes vieron en la movida una muestra de flexibilización laboral similar a la que se aplicó en los noventa con manifiesta parcialidad y resultados negativos. La resignación de beneficios de parte de los trabajadores para mantener la fuente de trabajo, y reactivar la actividad, difícilmente se pueda aplicar al mercado laboral en general, sin embargo en el caso particular rescataría del fracaso a un proyecto estratégico sin precedentes.Dado este objetivo prioritario, y el amplio acuerdo en el sector, sólo cabe esperar que las acciones concretas sigan por el camino virtuoso de generación de trabajo y explotación racional de un recurso cuyo desarrollo genuino puede ser vital para la economía del país en los años que vienen. El meollo del plan, en tanto, se encuentra en el anuncio de un compromiso de las empresas de invertir 5.000 millones en el año, y sostener y duplicar ese aporte en los años siguientes; según anunció Macri en un acto en la Casa Rosada al regreso de sus vacaciones. El mandatario pronosticó “una revolución de empleo en todo el país” en base a triplicar y hasta quintuplicar la actividad, algo escasamente creíble -vale decirlo- en el deprimido contexto económico de su primer año de gestión.
Discussion about this post