Cada vez que vamos de vacaciones llevamos el equipamiento tradicional: ojotas, lentes, gorros, protector solar, malla, etcétera, como cualquier veraneante, pero los niños, los ancianos y en este caso en particular, las embarazadas, son las que deben tener cuidados extra porque se encuentran atravesando un momento clínico especial. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el gerente asistencial del Hospital Materno Infantil, David Halac, brindó recomendaciones al respecto. Comentó que “una embarazada no es una persona común” y debe estar atenta a lo que haga y lo que vaya a consumir si viaja de vacaciones. En primer término aconsejó que las que estén cursando más allá del séptimo mes de embarazo no sería recomendable que realizaran viajes, y siempre consulten con sus médicos dado que cada paciente debe recibir alertas particulares según la salud de la madre y el tipo de embarazo.Aquellas que emprendan travesías extensas en automóvil deben ir cómodas en el habitáculo, con las extremidades inferiores extendidas lo más posible y detenerse “al menos cada dos horas para estirar las piernas”, para activar la circulación y evitar algún tipo de trombosis. Asimismo, las que vayan a otro país, deben prestar atención si la zona está bajo riesgo del virus del Zika. Halac explicó que en el sur de Brasil, el nivel de incidencia de esta enfermedad es bajo, pero aún así dijo que es imprescindible el uso de repelentes, por ejemplo el del “envase verde” de una de las marcas más reconocidas. Respecto a la protección solar, el facultativo advirtió que el factor de protección debe ser mayor a 50, ya que debido a los cambios hormonales de las que están en gestación, la incidencia del sol puede aumentar la aparición de manchas propias del embarazo. Evitar la exposición prolongada en horarios no recomendados. Además de por supuesto evitar el alcohol, hidratación constante, pero con mucho cuidado respecto al tipo de líquido que vaya a consumir. El galeno también recomendó tomar agua embotellada y desconfiar de los jugos y alimentos que se vendan en la playa, ante cualquier tipo de virus o bacteria que puedan tener por falta de higiene en la preparación. Adquirir frutos frescos y al momento de cocinar, optar por hacer las compras en un supermercado y hacer su propia comida. “Una simple diarrea de la madre puede dañar seriamente al feto”, dijo Halac. Mientras en Argentina la paciente puede estar cubierta en todo el territorio por su obra social, en otro país puede que no sea así, por lo que recomendó averiguar la dirección de hospitales o salitas cercanas y “saber” además “cuál” es el lugar al que va. Acerca de los medicinas que deba llevar, Halac recomendó que las embarazadas consulten con sus doctores para saber qué deberían tener y cuáles medicamentos pueden tomar y cuales no, ya que en otro país probablemente no consiga el mismo que aquí en Argentina. Sugirió que opten por visitar playas o lugares que cuenten con cobertura médica, para tener pronta respuesta ante una eventual emergencia.
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