El Gobierno apuesta a que la suba generalizada de precios en la economía doméstica ya no supere en adelante el 1,5 por ciento para cumplir con su meta de una inflación inferior al 20% para todo el 2017.El dato de diciembre de 2016 será observado con detenimiento, principalmente el componente desestacionalizado o la denominada "inflación núcleo", porque este suele ser un mes en el que productos determinados aumentan por sobre el promedio.La inflación núcleo es aquella que mide los índices de precios al consumidor (IPC) sin tener en cuenta los productos y servicios cuyos valores dependen de la época del año (estacionalización) o de factores externos a la política monetaria, como puede ser una conflicto internacional o una mala cosecha.Este índice permite conocer la tendencia de los precios a mediano plazo y es utilizado como una herramienta más al momento de implementar políticas de meta de inflación, por lo que el Gobierno está atento a ese dato.Según el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), el costo de vida aumentó un 1,5 por ciento en diciembre y alcanzó así al 40,9 por ciento promedio durante 2016 para los trabajadores asalariados."Es la inflación más alta de los últimos 25 años", dice el estudio presentado por el IET y realizado por expertos de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y proyecta una suba de precios del 25,2 por ciento promedio para 2017.El incremento de precios en diciembre fue liderado por Indumentaria y Calzado, con un 10 por ciento; seguido por Esparcimiento, con 1,5% mensual; y Vivienda, con 1,2% respecto de noviembre. Informe UCALa pobreza extrema en el país aumentó notoriamente en el último trimestre del año. Así lo había adelantado la semana pasada el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia. Según el coordinador del organismo, para que eso ocurra es clave el aumento de la desigualdad. También alertó que hay una franja de la población que, hoy por hoy, es excedente al modelo económico, ya sea kirchnerista o macrista, que no alcanza las condiciones mínimas de bienestar. “Lejos de la promesa de la inclusión que ofrecía el kirchnerismo, tampoco aquí la tenemos (con el macrismo), pero esa inclusión va a venir de la mano del empleo de calidad que no lo va a fomentar ni la gran empresa ni la lluvia de inversiones, sino a partir de cuánto se desarrolle la pequeña y mediana y la microempresa”, había dicho Salvia por Radio Mitre.“Si bien en el primer trimestre de 2016 nuestras estimaciones mostraron que el más perjudicado no fue el segmento más indigente, sino las clases medias bajas o los sectores pobres no indigentes, en este segundo tercer trimestre los más perjudicados serán los del segmento más pobre”, había insistido.Los documentosEse panorama se complementa con el informe que el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCR, que se difundió a mediados del año pasado, y con las estadísticas oficiales. El primer documento dio cuenta de que en el país hay 13 millones de pobres. Así, de un 29% de argentinos que se ubicaban bajo la línea de pobreza en 2015, ese número saltó al 32,6% en abril pasado, sumándose 1,4 millones de pobres.“Esta masa de segmentos de clase media baja o sectores populares constituyen los ‘nuevos pobres’ (SIC) que emergen de medidas normalizadoras adoptadas por el actual gobierno”, enfatizó el resumen ejecutivo bajo la dirección del sociólogo Salvia. También se detalló que tres de cada 10 hogares de los principales centros urbanos reciben “alguna política social de empleo, transferencia de ingresos o son beneficiarios de programas de asistencia alimentaria”. Además, casi el 40% de la población integra hogares receptores de programas sociales.Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), uno de cada tres habitantes de la Argentina es pobre, y el 6,3% de la población es indigente. Así informó el organismo a fines de septiembre, que reanudó de esta manera la difusión de las cifras sobre pobreza e indigencia luego de tres años sin contar con datos oficiales sobre el tema.Las proyecciones preliminares del Gobierno sostienen que, en Tucumán, la pobreza afecta a unos 300.000 habitantes sobre un total estimado en 850.000 para el principal aglomerado de la provincia, mientras que la indigencia golpea a unas 40.000 personas. Según esa medición Tucumán tiene una tasa de entre 29% y 30%, por debajo de la media nacional del 32,2% y de los valores de las regiones NOA y NEA. Fuente: Agencia de Noticias NA y Medios digitales
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