Existe una funesta frase que se hizo conocida a raíz del incremento del consumo de estupefacientes y sus graves consecuencias en la salud: “Hay droga para todos, pero la droga no es para todos”. La paradoja atraviesa la problemática de las adicciones, ya que desde hace años las fuerzas estatales han incrementado la intercepción de cargamentos de droga, pero sin embargo nada indica que haya disminuido el consumo, sino todo lo contrario. Para empeorar el panorama, a las “tradicionales” cocaína, marihuana, se han sumado las “drogas de diseño”, que ya han dejado muertes en diferentes puntos del país.El jefe del Servicio de Emergencias del hospital Ramón Madariaga, Mario Sánchez, relató en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que es muy frecuente la intoxicación por fármacos, psicofármacos o drogas ilícitas combinadas con alcohol. “El tema es que el ‘éxtasis’ no lo podemos saber con certeza, porque tenemos un kit reactivo de sustancias en orina que dosa siete determinaciones: ansiolíticos, cannabis, opioides, morfinas, neurolépticos, cocaína y derivados, pero el éxtasis es una droga sintética que nuestro kit no puede determinar. Podemos tener la sospecha pero no lo podemos aseverar”. Sánchez aseguró que muchas veces “el paciente lo reconoce. Es la única manera de tener la certeza. Son pacientes jóvenes que llegan sobre todo en la noche o a primeras horas de la mañana predominantemente los fines de semana. Los síntomas más frecuentes son excitación psicomotriz y desorientación”. El responsable explicitó que los mayores registros de intoxicación son por cannabis, psicofármacos y cocaína, la mayoría de las veces vinculadas con el alcohol. Comentó que hay chicos menores de quince años que llegan al hospital de pediatría con estos síntomas. Por ejemplo los chicos en situación de calle, que son consumidores. Describió además que las intoxicaciones por drogas “tradicionales” se dan en los sectores más bajos de la sociedad, en cambio los que están relacionados con los psicofármacos tienen que ver con personas que están bajo algún tratamiento psiquiátrico (ej. depresivos). Gente que ingresó al mundo de las drogas por una cuestión médica y nunca pudo salir. “Intentan suicidarse y se toman tabletas de clonazepam”. La particularidad de este tipo de sobredosis tiene que ver con una cuestión social. “Aquí en la ciudad, cada mil personas podrá haber 50 que consumen pastillas por receta médica. Sin embargo si uno va a zonas rurales probablemente no haya ninguno. Tienen que ver los estilos de vida, el estrés”.Clave: aquí aún no hubo muertesPor lo mencionado por el doctor Sánchez, se puede afirmar que en Posadas circulan las drogas de diseño pero aún no ha saltado a la luz pública debido a que no han ocurrido fallecimientos como en otros puntos del país.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Mariela Aguirre, subsecretaria de Prevención de Adicciones y Control de Drogas, comentó que “por supuesto, se sabe” que ese tipo de estupefacientes están en nuestra ciudad, en fiestas electrónicas pero también en fiestas privadas. Aclaró que “no son drogas de consumo de la cotidianidad” como pueden ser la marihuana y la cocaína, porque se usan para amplificar del estímulo de la música y las luces y “son mal llamadas recreativas”, porque “toda droga hace daño”. En consulta con jóvenes, asistentes asiduos a locales bailables, bajo anonimato reconocen que las pastillas y drogas de diseño “están” en “la noche” posadeña, en menor medida que las “tradicionales” y que es más habitual encontrarlas en las fiestas privadas. Cuentan que no es fácil conseguirlas, ya que los dealers no aceptan ser reconocidos como tales si no conocen de antemano al potencial comprador. “Cada vez más se drogan y mueren con pastillas de diseño”Unas 170 mil personas compraron pastillas de éxtasis el año pasado, sobre todo en fiestas electrónicas, sostiene un estudio elaborado por el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos y publicado por la Agencia NA. “Cada vez más jóvenes se drogan y mueren con pastillas de diseño, a la medida de sus necesidades de volar y evadirse de la pesada realidad”, sostiene el informe, de la organización dirigida por el especialista Marcelo Peretta.En ese marco, se explicó que “el éxtasis contiene distintas cantidades de metilendioximetanfetamina (MDMA) que produce empatía, euforia, pérdida de timidez, volviendo a quien las toma: extrovertido, alegre e hiperactivo”.“Pero su uso a largo plazo aumenta la temperatura corporal, deshidrata al punto de matar y produce hipertensión, confusión, irritabilidad, insomnio y depresión. También daña hígado y corazón”, indicó.También manifestó que “está prohibido en la mayoría de los países, salvo para investigación, pero su consumo crece sin techo, principalmente debido a la facilidad que implica ‘tomar una pastilla’”.Peretta, doctor en farmacia y bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, contó que “la encuesta del Sindicato Argentino del Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb) revela que el consumo de éxtasis creció tanto como el de marihuana hoy fortalecida por su costado medicinal-, y mucho más que el de cocaína y LSD”.Según Safyb, son 140 mil los argentinos que consumieron éxtasis, al menos una vez, en 2015 y 170 mil quienes tomaron este droga sintética en 2016. Las cifras son similares a las de Naciones Unidas.“Cada pastilla cuesta entre 200 y 500 pesos, según su contenido y potencia, y lo preocupante es que bajó la edad de inicio en el consumo, que en los años 80 promediaba los 21 años y hoy los 17”, dijo Peretta.
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