El juez de Instrucción de Puerto Rico, Osvaldo Rubén Lunge, ordenó la prisión preventiva para un repartidor de pan acusado de haber abusado, en reiteradas ocasiones, a sus tres hijastros cuando estos tenían 10, 9 y 7 años.La denuncia que trascendió durante los primeros días de diciembre de 2016, fue realizada por la madre de los menores, quienes confirmaron en cámara Gesell los aberrantes episodios de los que fueron víctimas y que debieron callar durante cinco años por temor a que la progenitora fuera asesinada como represalia.El imputado de 33 años, nacido en Jardín América, seguirá bajo proceso detenido en Puerto Rico, en una celda de la Unidad Penal VII.Está acusado como autor de “abuso sexual sin acceso carnal agravado por la situación de convivencia en varios hechos” en el caso de una menor cuando tenía 10 años, también por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia” de la niña de 9 y por “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravado por convivencia”, del varón de 7 años.La descripción que las víctimas emitieron de las múltiples ocasiones en que fueron abusadas, fue coincidente y apuntó a la vivienda del barrio San Francisco, en Puerto Rico. El relato de las víctimas fue contundente, según las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN. Con precisión remarcaron que hasta en el baño del hogar, y cuando su madre estaba trabajando, se concretaron los abusos. También que su silencio se mantuvo durante cinco años por las constantes amenazas con matarla si abrían la boca.Pero fue el varón (hoy de 12 años) quien se atrevió a contarle a su madre lo que sufrió, y desencadenó que sus hermanas también lo hicieran y los posteriores exámenes médicos y psicológicos los apuntalaran.Durante la madrugada del jueves 1 de diciembre, el sospechoso fue aprehendido, pocas horas después de que este Diario publicara la denuncia, presentada el 28 de noviembre por la madre de los menores, y la que fue ratificada luego ante el Juzgado de Instrucción 1 de Puerto Rico.Los graves delitos que se le imputan al repartidor están comprendidos dentro de los artículos 119 y 55 del Código Penal Argentino, y comprenderían penas mayores a los treinta años de prisión, por el agravante de la reiteración de los hechos y el grado de convivencia. El acusado tiene como defensor particular a Jorge Francisco Fernández, quien ya fue notificado de la prisión preventiva emitida por el juez de Instrucción 1, Osvaldo Lunge antes del inicio de la feria judicial de verano.
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