Minutos antes del mediodía de ayer dejó de existir en el Hospital Samic de Oberá David Héctor Chamorro (59), el pensionado que había sido hallado gravemente herido tras sufrir un presunto asalto en su vivienda del barrio Villa Kindgreen, el viernes 23 de diciembre del año pasado.Ante tal situación, la Justicia provincial ordenó que el cadáver sea sometido a una autopsia en la Morgue Judicial de Posadas, procedimiento que se realizaba anoche, al cierre de esta edición, según pudo saber este Diario, a los fines de determinar de manera fehaciente las causas de la muerte.Por el hecho efectivos de la comisaría seccional Primera iniciaron una investigación que los llevó a demorar a cuatro masculinos, entre ellos un excuñado y un sobrino de la víctima, quienes posteriormente fueron liberados aunque permanecen supeditados a la causa.Los resultados de la pericia forense así como los que surjan del trabajo de la Policía Científica de la Unidad Regional II resultarán determinantes para establecer cuál será el futuro de la investigación.Fue alrededor de las 11.45 de ayer que las autoridades policiales tomaron conocimiento del deceso de Chamorro, pese al esfuerzo de los médicos del centro asistencial donde se encontraba internado.El hombre, quien sufría ceguera en un ojo, había ingresado aquel 23 de diciembre con politraumatismo de cráneo grave, razón por la que debió ser internado de urgencia en la terapia intensiva del Samic.Sin embargo, con el transcurrir de los días la víctima evolucionó de manera favorable, cuestión por la que fue trasladado a sala común. Según las primeras informaciones que circulaban ayer, su situación transcurría sin sobresaltos cuando sufrió una descompensación y lamentablemente dejó de existir.Antes del deceso, los investigadores habían tratado de tomarle declaración, pero la víctima aparentemente sufría alucinaciones debido a los medicamentos que debió consumir y sólo se remitía a decir que se había “caído del caballo”.No obstante, en virtud de las graves lesiones que sufrió y de una decena de testimonios obtenidos por los efectivos policiales es que todo apunta a un hecho de robo que terminó de la peor manera, que fue perpetrado entre las últimas horas del 22 de diciembre y la madrugada del día siguiente.Al respecto, testigos aseguraron haber visto en esa franja horaria a tres jóvenes merodeando por la vivienda de Chamorro, emplazada sobre calle Orcadas. Fue por eso, pero además por el hallazgo de un encendedor y una gorra, que los detectives primeramente demoraron a un excuñado de la víctima, luego a un sobrino del pensionado y finalmente a otros dos jóvenes.Claro que ante la ausencia de testigos directos y del testimonio de la víctima resultó difícil comprobar la presencia de los sospechosos en la escena, razón por la que todos fueron liberados aunque supeditados a lo que suceda en el expediente en las próximas horas, que resultarán clave.
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