¡Hola queridos amig@s!Compartiré con ustedes el pensamiento que envié a mis amistades para este comienzo de año, el cual incluye mi deseo de bienaventuranza.Nuestros actos y palabras son los hilos con que vamos tejiendo la trama de nuestra vida y, con ella, confeccionamos las vestiduras que nos permitirán ingresar o no al Reino de los cielos. Considerando, según lo antedicho, que la entrada al Reino me la voy elaborando a cada momento, decreto hoy vivir desde ya el cielo en la tierra, haciendo no sólo de mis palabras y actos impecables, sino que cada uno de mis pensamientos y sentimientos sean como pétalos que acarician los tuyos y que al sentirlos alcances la felicidad y la sostengas para que muchos, miles de miles al sentirse irradiados por ella comprendan que el cielo está dentro de cada uno.Puede que al leerlas te digas: linda poesía el deseo de Gracie; y creas que queda simplemente como lindas palabras escritas. Pero en realidad es porque desconoces los hilos energéticos que unen los acontecimientos y cómo se van entretejiendo.Trataré de deshilvanar ésto para su mayor comprensión y, a la vez, entregarles una gran enseñanza.Si dijimos que en esencia todo es pensamiento-sentimiento y nosotros, con ese gran poder por Dios otorgado al hombre del libre albedrío, somos los que con nuestra intención los direccionamos a voluntad creando realidades, buenas o malas, para nosotros y para otros, podemos ver entonces que el deseo es el motor de arranque de ese gran poder, pues si verdaderamente mis sentimientos-pensamientos acompañan a ese deseo y si es que con ellos puedo motivar a muchos a irradiar felicidad, imaginen el tamaño de la creación de ese futuro que hoy estamos creando juntos, con esos muchos bien intencionados. Y cuando digo: IMAGINEN, lo digo a propósito, pues si el deseo es el motor de arranque, la imaginación es la máquina hacedora de realidad ya que es la herramienta con que cuenta el espíritu, nuestra esencia (pensamiento-sentimiento) en tercera dimensión para concretar sus deseos. Ahora, la palabra “imaginación” incluye un elemento que no lo habíamos mencionado, y es: la IMAGEN, que si bien es una parte intrínseca del pensar, acá la debemos diferenciar y resaltar, pues al aplicarla conscientemente en lo que deseamos crear, estamos actuando según el Ser, ya que si aplicamos pensamiento puro, lo hacemos desde la mente que es la encargada de definir las cosas en esta dimensión, para que nuestro intelecto comprenda.Para clarificar esto último, lo ejemplificaré: si hay una posición inalcanzable, una situación razonablemente irresoluble, etc., cualquiera sea, nos imaginamos, ponemos la IMAGEN en nuestra mente. O sea, nos vemos a nosotros mismos ya en el pretendido lugar o la situación resuelta en PRESENTE, y sentimos la emoción de estar en ese lugar, de lo ya resuelto, sentimos los olores del lugar, vemos y sentimos la felicidad de los involucrados en la resuelta situación y todos los condimentos que podamos agregar para hacerlo lo más real posible.Agregué aquí un nuevo elemento a tener en cuenta: el PRESENTE, ya que toda creación debe hacerse en ese tiempo pues, el espíritu, que es el creador, vive en el presente. Ya que el tiempo es una creación de la mente para poder ubicar los acontecimientos en una línea, que llamó tiempo para el hombre tridimensional, que posee un cuerpo finito siendo que su espíritu que es infinito, pueda ubicarse y entender.Para completar nuestra creación consciente, como sabemos que no hay forma de que mi espíritu que es una chispa de Dios, que a sí mismo se autodenominó “Yo Soy”, para que entendamos que es Él quien actúa a través nuestro, pueda no concretar lo que imaginó, AGRADECEMOS lo “ya” concretado.Por todo esto, constitúyanse en estrategas de su accionar; deben hacer que sus pensamientos precipiten en palabras virginales, resuenen en inspirativos sentimientos hacia quien los creó.La osadía de aquel que así obra trasciende las barreras de su pequeño mundo y se unen al milagro de todos aquellos que creen en el advenimiento de un nuevo y maravilloso mundo.¡Olvídense del mal! El mal se agranda con su sola atención, y lo que él no resiste es que lo ignoren. Entonces, no lo alimenten con sus pensamientos, con sus sentimientos. ¡No empleen su mente en él!Piensen en el Bien, sientan el Bien, obren el Bien, transmitan el Bien, hablen el Bien.ColaboraGraciela del CarmenZaimakis de AbrahamEscritora
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