Santa Cecilia, San Lucas, San Jorge, la zona oeste de Posadas y Los Lapachitos. Ese parece ser el camino que siguió -y sigue- Manuel Rivero (52), el prófugo de la comisaría seccional Octava, al decir de las alertas que recibió la Policía.Hoy, a diez días del cinematográfico escape por los techos de la dependencia, el acusado de balear a su exmujer en una parada de colectivos del barrio San Marcos sigue sin aparecer.La última pista surgió algunos minutos antes del mediodía de ayer en cercanías de la chacra 144. Sin embargo, a diferencia de los datos aportados anteriormente, lo novedoso fue que un propio familiar de Elisa De Souza (47), la víctima de aquella balacera, fue quien informó ahora sobre la posible presencia del “pistolero”.Ese dato ubicó a Rivero vestido de vaquero, zapatos y camisa celeste al mando de una motocicleta tipo cross azul, después de las 11.30 de ayer en inmediaciones al cruce de las avenidas Chacabuco y Eva Perón.La novedad motivó un despliegue de casi un centenar de uniformados de las comisarías Sexta, Séptima, Decimoséptima, Decimotercera, de Infantería, Dirección de Investigaciones y cadetes del Isfotep, comandados por el propio titular de la Dirección General de Seguridad. Los efectivos cercaron la zona entre aquella hora y las 17, pero no pudieron dar con el escurridizo personaje. El último dato al que pudo acceder PRIMERA?EDICIÓN anoche, al cierre de esta edición, es que Rivero fue visto en busca de refugio en el barrio Los Lapachitos, emplazado sobre la avenida Juan José Paso, a una decena de cuadras de distancia de donde atacó a balazos a De Souza.Lo cierto es que, más allá de todo, el terreno de las especulaciones sigue siendo amplio pero no así el de lo concreto. Por ahora, la presencia de Rivero no es más que la de un “fantasma” que aparece y desaparece por distintas latitudes de la capital provincial sin dejar más rastros que los testimonios de los que aseguran haberlo visto.El miércoles 14 de diciembre, alrededor de las 8, De Souza fue sorprendida por Rivero -al decir de los investigadores- su expareja, con el que tiene diez hijos, quien le disparó al menos cuatro veces mientras esperaba el colectivo en Avellaneda y 156 A del barrio San Marcos.La mujer milagrosamente eludió a la muerte. Rivero fue detenido horas más tarde cerca de el arroyo El Zaimán. Sin embargo, el lunes 26 de diciembre, cerca de las 6.30, efectivos de la comisaría seccional Octava descubrieron que había escapado de la celda donde permanecía detenido tras limar dos barrotes y romper un tejido que lo llevó hacia la libertad por medio de los techos de la dependencia. Esa no fue la primera vez para el hombre más buscado de la provincia. En noviembre pasado también había sido apresado por circular con una escopeta a bordo de una moto, pero logró huir tras un descuido en la Decimoctava.
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