De principio a fin, 2016 dejó un tendal de víctimas de todo tipo y en todas las direcciones. La política y sobretodo la economía marcaron el ritmo de un ciclo que, al concluir, deja una marca concreta y que abre un período de incertidumbre de cara a lo que viene. Herido de gravedad, el sistema mundial impone la adaptación.Sismos políticosDe este lado del “charco” el sacudón llegó de la mano del multimillonario Donald Trump, un empresario de 70 años sin experiencia política que en menos de tres semanas ocupará el sillón presidencial de la primera potencia global. La victoria de Trump deja tras de si una estela de división en un país complejo por su geografía y composición.En otros lugares del mundo, 2016 estuvo marcado por el ascenso de otros populismos pasando por Asia, donde el filipino Rodrigo Duterte ganó las elecciones tras una campaña sin rodeos, hasta Europa, donde avanzaron los partidos nacionalistas y los de extrema derecha.A lo largo de 2016 la ultraderecha europea demostró estar en alza, tanto en las urnas como en el debate público. La gran incógnita ahora es si el triunfo presidencial de Donald Trump en Estados Unidos y la victoria del Brexit, dos hitos mundiales, potenciarán este crecimiento en los comicios claves que se disputarán en 2017: Alemania, Francia, Holanda y Hungría.BrexitDel otro lado del “charco” los británicos se pronunciaron mediante referéndum a favor de una salida de la Unión Europea. El primer ministro conservador David Cameron renunció y fue reemplazado por Theresa May. Ésta prometió activar antes de finales de marzo de 2017 el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que marcará el inicio de un período de dos años para negociar la ruptura.El artículo 50 del Tratado de Lisboa fue diseñado específicamente para penalizar al estado miembro que desee abandonar la UE, una decisión soberana que hasta ahora no había tomado ningún país.En la actualidad, alrededor de 500 millones de personas viven bajo las reglas del bloque y los países que forman parte producen un PIB combinado de unos 19 billones de dólares. Sin dudas la ruptura dejará rengo al modelo unionista europeo.Barreras contra migrantesA partir de febrero, se cerró la “ruta de los Balcanes” recorrida en 2015 por los migrantes que iban de Grecia a Alemania. En marzo, la UE y Turquía concluyeron un controvertido acuerdo que prevé devolver a este último país a todos los migrantes llegados a Grecia.Aunque el flujo migratorio a través de las islas griegas se redujo considerablemente, la mayor parte de los migrantes pasa ahora por Italia. Por lo menos 4.740 murieron o desaparecieron en el Mediterráneo en 2016.En Francia, “La Jungla” de Calais donde se habían acumulado aspirantes a emigrar al Reino Unido, fue desmantelada a finales de octubre tras la evacuación de sus 7.000 habitantes.En 2016 la crisis de refugiados, que sacude a Europa desde hace dos años, empoderó a dos actores que amenazan con debilitar a la Unión Europea: Turquía, un país que demostró tener la llave para frenar la llegada de miles de inmigrantes, y la ultraderecha del continente, que comenzó a cosechar en las urnas el descontento popular por la presencia de extranjeros.El martirio de AlepoLa ciudad de Alepo, en el norte de Siria, finalmente cayó en manos de las tropas leales al régimen, que junto a sus aliados multiplican las ofensivas contra los barrios rebeldes del este desde el 15 de noviembre. Occidente denuncia “crímenes de guerra”, critica la “obstrucción de Rusia” aliada de Bashar al Asad y asiste impotente al martirio de Alepo. La guerra dejó 310.000 muertos desde marzo de 2011.Terrorismo globalTal y como sucedió en 2015, el año que cierra estuvo marcado por una serie de mortíferos atentados en varias partes del mundo, muchos de ellos cometidos por Estado Islámico (EI), que, bajo fuerte presión en Siria e Irak, impulsó la modalidad del “lobo solitario”, lo que sumado al agravamiento de conflictos de otro orden, como el de los kurdos en Turquía, prefiguraron la sensación global de una amenaza cada vez más omnipresente.A pesar de los reveses en Siria, Irak y Libia, el grupo yihadista reivindica o inspira numerosos ataques en el mundo. Varios países occidentales, incluyendo Francia (86 muertos en Niza), Estados Unidos (49 muertos en Orlando), Bélgica (32 muertos en Bruselas) y Alemania fueron golpeados por sangrientos atentados.Turquía también padeció una oleada de atentados atribuidos al EI o a los kurdos, que dejaron decenas de muertos. África occidental también sufre atentados, perpetrados principalmente por Al Qaeda en Burkina Faso y Costa de Marfil.Vientos de cambioDespués de Argentina en 2015, Brasil puso fin a 13 años de gobiernos de izquierda, tras los escándalos de corrupción que condujeron a la destitución de Dilma Rousseff y su reemplazo por el centrista Michel Temer.En un escenario recesivo y con la desocupación en alza, Dilma preparaba planes de contención, pero se vio involucrada en un esquema de sobornos en la empresa estatal Petrobras, desde donde presuntamente se desviaron más de 2.000 millones de dólares hacia los bolsillos de políticos, empresarios y funcionarios. Al final este escándalo fue uno de los factores que le costó la Presidencia. La trama de corrupción parece no tener fin y a diario se conocen de nuevos arrestos y destituciones que alcanzan a todos los partidos políticos.Perú también se sumó a los vientos de cambio eligiendo a un liberal de centroderecha, Pedro Pablo Kuczynski. En Venezuela, que atraviesa una grave crisis económica y política, el presidente Nicolás Maduro afronta una fuerte oposición y manifestaciones callejeras.El adiós definitivoEl 26 de noviembre, Fidel Castro, líder de la revolución cubana y última gran figura del comunismo internacional, muere a los 90 años tras haber desafiado a once presidentes norteamericanos. Castro dejó en la isla lo que para algunos es una muestra de dignidad política y, para otros, una dictadura nefasta.Con él se sepultan definitivamente la crisis de los misiles, la Guerra Fría, la tensión constante por el dominio entre Rusia y Estados Unidos, el llamado general al orgullo en América Latina. Fidel era el remanente de un tiempo pasado. Medio siglo después de la caída de la Unión Soviética, Castro insistía en que la única salida a la perversión del sistema era el socialismo. Y si bien Cuba continuará con el socialismo como modelo, sus proyecciones se acercan más a la apertura internacional que al irremediable asedio que produjo el embargo económico de Estados Unidos. Aunque en este aspecto mucho tendrá para decir y hacer Trump.La paz anheladaSudamérica, escenario de una de las guerras internas más largas y cruentas de la historia, asiste a fin de año a las primeras horas de la paz más esperada. Y es que Colombia comenzó a cicatrizar una herida que lleva más de medio siglo de desarrollo.El conflicto entre el estado y la guerrilla de las Farc dejó más de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6.9 millones de desplazados. Las n
egociaciones del acuerdo tuvieron como escenario la Habana, Cuba. Tras la firma de la paz el 26 de septiembre, los colombianos debían aprobarla en una consulta. Sorpresivamente el voto mayoritario de inclinó por el No y hubo que renegociar. El nuevo texto, fruto de semanas de nuevas negociaciones, sustituirá al acuerdo inicial alcanzado en septiembre. Esta vez ambas partes abandonaron la opción de ser ratificado por el pueblo colombiano y se pactó que sea refrendado por el Congreso.
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