Para la estilista Susana Ruloff transformar la imagen y el estilo de personas comunes y corrientes y extraer el glamour que cada una tiene dentro suyo, es lo más gratificante.“Quiero que mis clientas me elijan por la calidad de mis trabajos; trato siempre que estén divinas; sobre todo con el pelo sano. Uso y recomiendo siempre lo mejor para la clienta, aunque no sea lo que más ganancia me deje”, contó a SEXTO SENTIDO en una pausa. Es que sus días comienzan a las 5 de la mañana pero ella nunca sabe a qué hora termina. Cuando no está peinando, se toma un tiempo para visitar clientas, ya que hace dos años se inició en el negocio de las joyas.“Estoy al día con todo lo que significa estar atenta a las necesidades de mis clientas. Además de vender hay que traer, llevar, arreglar, fabricar. Todo…..”, resumió.“Estoy muy agradecida por las personas que encuentro en mi camino. Además la familia y los amigos, sin su apoyo nada sería igual”, exclamó. Su Ruloff nació en 1979 -descendiente de alemanes- afirma que no tuvo una vocación temprana por el cuidado de la imagen, pero cuando empezó a causar ese efecto transformador y glamoroso en otras mujeres y hombres, se dio cuenta que podía ayudar a otras personas a mejorar incluso su auto-reafirmación personal, sacando a relucir lo mejor de cada una de ellas con tan sólo algunos pequeños cuidados y trucos. Eso se convirtió en su cometido y en su empresa. La pasión que esta mujer emprendedora tiene por la belleza, y especialmente por el cuidado del cabello, y de la imagen, probablemente se gestó debido a la influencia de su madre: cuando Susana tenía 13 años, la envió a una academia de belleza para iniciar su formación.“Pero no prosperó la idea; sin embargo fue algo que marcó mi vida y me enseñó a dar los pasos necesarios para tomar el control de mi vida”, declaró Su Ruloff resumiendo así su labor.Fue clave ver a algunas mujeres de su entorno lograr un cambio de imagen, que ella les podía proporcionar. Con el paso de los años, la joven se enamoró del estilismo que incluye todo: pelo, cutis, cosmética y bijouterie que ella misma -en sus comienzos- distribuía entre sus amigas y conocidas, siempre consciente de otorgar ese plus de calidad de sus productos de modo que, a base de trabajo y constancia, pronto saltaría al comercio casa por casa, pese a que tiene su pequeño espacio de belleza y ventas sobre la Bolívar en pleno centro de Posadas.“No ha habido un día de trabajo en mi vida en el cual no haya vendido algo. Si creo en ello, lo vendo. Y lo vendo bien. Cuando empecé con la venta de joyas, por ejemplo, ya había vendido de todo: desde pan hasta zapatillas, y atendía al público en una casa de fotografía. Eso te forma, te ayuda para aprender a interpretar las necesidades de los clientes y capitalizar”, aseguró“Hoy me preocupo mucho para que mis clientes vean esos grandes cambios que a veces se logran con tan sólo una pequeña atención: a veces se trata de maquillarlas, otras de pintar sus uñas o probarle una joya. Eso puede cambiar en un segundo toda la perspectiva del día, las ayuda a sentirme mejor, a sentir que el mundo es de ellas”, comentó. Haciendo un sueño realidadGracias a la determinación de la propia Susana, su nombre y su trabajo comenzaron a hacerse conocidos en los pasillos de LT85 TV Canal 12, donde empezó peinando para algunas producciones y, de a poco, fue ganando la confianza del personal y empezaron a llamarla para embellecer a otros periodistas y conductores, quienes llegaron a apreciarla y quererla. Y no sólo eso, también darle un gran espaldarazo en la búsqueda de su realización personal. La misión es la misma: conservar radiantes a quienes buscan su asesoramiento.“No he llegado donde lo hice simplemente deseando algo, esperando algo, sino trabajando por ello. Trabajé desde los 9 años y no tengo vergüenza de decirlo, vendiendo pan, y sé que eso fue una escuela, por así decirlo, porque me dio una perspectiva para toda la vida ”, resumió sobre las dificultades del comienzo y las alegrías actuales. PorMyrian Vera [email protected]
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