De acuerdo a la encuesta de esa institución, el 30,9% de la población económicamente activa cuenta con un empleo precario, el 18% mantiene una subocupación inestable, mientras que apenas el 41,2 de los asalariados goza de un empleo pleno. En otras palabras, el 59% de los argentinos con un empleo formal, están precarizados.Aunque no estimó un panorama de “explosión generalizada” del desempleo, el titular del Observatorio, Agustín Salvia, resaltó que las medidas paliativas no alteraron la tendencia recesiva y opinó que “lo que hay es un estancamiento que va a producir una mayor degradación de las calidades de los empleos existentes”. En la provincia la situación es tanto o más alarmante, y ello explica el reclamo activo del Gobierno misionero contra el proyecto de Ganancias aprobado por la Cámara baja del Congreso. Es que el recorte de 1.200 millones anuales que sufriría Misiones a causa de la modificación, tendría un impacto doblemente severo al sumarse al estancamiento en los principales sectores de la economía. Los problemas en el sector maderero, donde se habrían perdido en 2016 unos 6.000 puestos de trabajo, y la caída de las ventas en el comercio, que en Misiones rondaría el 30% -según la CCIP- son síntomas claros del parate que sufre la economía provincial. Otro indicador lo dio el ministro de Trabajo de la provincia, Juan Caros Agulla al estimar -en declaraciones periodísticas recientes- que en 2016, en el sector de la construcción el empleo pasó de 12.000 a 7.000 trabajadores. La situación en el cierre del año es alarmante por donde se la mire, y las soluciones no vendrán por parches circunstanciales o un incentivo artificial al consumo con propósitos electorales.
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