De cara al cierre del primer año de gestión del gobierno que encabeza Mauricio Macri, la continuidad de la recesión en el mercado interno aparece como uno de los lugares comunes en la evaluación crítica de lo actuado hasta el presente; aunque el Gobierno espera que en el próximo año se empiecen a ver, concretamente, los resultados del cambio de modelo económico. Economistas como Javier González Fraga o los referentes del Estudio Bein y de la Fundación Mediterránea le dan la razón al Gobierno al sostener que el año próximo la actividad crecerá en torno del 3%, un pronóstico que ya debería estar mostrando “brotes verdes”, según la metáfora en boga, pero que hasta el momento no se ha visto reflejado en general en la actividad del mercado interno.Una señal leve pero elocuente se pudo ver, sin embargo, en los resultados del reciente fin de semana largo, en el que el movimiento turístico se mostró activo pese a que se acercan las fiestas, y los desembolsos correspondientes y muchas familias se vean obligadas a racionalizar los gastos y sacrificar salidas. Según datos del Ministerio de Turismo de la Nación, aún con las restricciones citadas, en el fin de semana largo se movilizaron por los destinos turísticos de todo el país alrededor de 1,4 millones de personas que generaron un impacto económico de 2.800 millones de pesos.El relevamiento del Mintur, confeccionado con datos de las Secretarías de Turismo de todas las provincias, destaca que las más de 600 mil plazas hoteleras de todo el país alcanzaron, en promedio, una ocupación cercana al 52%, con picos del 60% en la provincia de Buenos Aires, que cuenta con el 30% del total de esos sitios de alojamiento. En Misiones, especialmente en Iguazú, se reflejó también el repunte turístico, una señal que, aunque incipiente, ayuda a generar expectativas mirando hacia un futuro no demasiado lejano. Es de esperar que no sea un signo aislado, sino el indicio de una genuina recuperación de la actividad económica.
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