La divina liturgia de la mañana fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez, concelebrada por el párroco del lugar, el presbítero Ángel Rojas.Durante la celebración, se rezó especialmente por los niños, jóvenes y por los enfermos y ancianos. Pidiendo para ellos una especial protección de la Madre María y sobre todo para que puedan entender el valor de la pureza en sus vidas. Todo eso en el marco de la fiesta patronal de la comunidad.Durante la homilía el prelado destacó la importancia de esta fiesta para la Argentina porque “María siempre está al lado de nuestro pueblo. María es la madre de Dios, porque es la madre de Jesús. Y Jesús es verdaderamente Dios”.También habló de la importancia de las distintas advocaciones que podemos encontrar en el país. “María está, estuvo y estará presente. En diferentes lugares Caacupé, Luján, Del Valle, Itati y también la madre de las Misiones, Nuestra Señora de Loreto. Ella siempre nos acompaña, nos hace parte”, dijo. Fue una celebración emotiva con la presencia de muchas familias de la comunidad y también con muchos jóvenes y enfermos.
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