Innumerables son los rumores de lo que ocurrirá en el Concejo Deliberante luego del 7 de diciembre próximo, cuando haya que definir las autoridades que dirigirán el colegiado después del 10 de diciembre y durante todo 2017. Dividido en seis bloques y ninguno de ellos con mayoría propia, no parece difícil repetir un consenso como el de este año en que se unieron todos los ediles opositores para asegurarse la mayoría y conformar el Interbloque Opositor, birlándole el control del cuerpo al oficialismo.Aunque habría algunas discrepancias y se asegura que la alianza opositora está en crisis. Eso facilitaría que, como ocurrió a fines de 2009, la Renovación pueda volver a asegurarse el control del Deliberativo con un presidente que no pertenece a sus filas, pero reservándose la mayoría en las comisiones permanentes y otros cargos claves. La oposición dividiría agua entre quienes pertenecen o no a la coalición Cambiemos (radicales y positivo); varios de los restantes podrían mudar de bando, con solo dos de ellos es suficiente para brindarle el control al oficialismo.Los renovadores son seis (Natalia Giménez, Fernando Meza, Andrés Mutinelli, Santiago Enríquez, Manuel Sánchez y Julio Vivero) y este bienio 2015/2017 se antepusieron a ellos tres radicales (Martín Arjol, Francisco Fonseca y Ariel Pianesi), dos camioneros (Juan Rossberg y Alejandro Velázquez), un puertista (Daniel Amarilla), un “positivo” (Gabriel Nielsen) y un teypista (Miguel Acuña, de Trabajo y Progreso). Estos últimos lograron ubicar en la presidencia al camionero Velázquez y en las vicepresidencias al radical Pianesi y al puertista Amarilla, aseguraron la mayoría en las ocho comisiones permanentes y ocuparon la titularidad en seis.De dedos y barajasMientras son múltiples las combinaciones que se barajan, los rumores más serios aseguran lo ya anticipado por PRIMERA EDICIÓN de que se reemplazaría uno de esos tres hombres hoy a cargo de la responsabilidad de conducir el Concejo y, ya con el apoyo renovador, se confirmaría a los dos restantes y se ubicaría a uno propio: Fernando Meza, según la mayoría de las versiones, aunque otras apunta a otro edil oficialista que ocupa su cargo desde 2013.Enríquez, hombre de absoluta confianza del intendente municipal Joaquín Losada, continuaría como presidente del bloque y seguiría siendo el contacto directo entre aquel y la corporación municipal (hablan entre ellos por teléfono, incluso en plena sesión). Pero tampoco las cosas serían tan fáciles y transparentes para los renovadores, entre quienes, se dice, habría uno de ellos molesto con lo acordado y amenazaría con constituir un bloque unipersonal. Quizás, algo similar a la actitud en 2009 de Felisa Gottschalk que se cruzó de vereda para convertirse en la primera mujer presidenta en los entonces 138 años del Concejo. Claro que de ocurrir, el “disidente” esta vez no tendría la misma suerte de ella entonces.En este juego de enroques y cambios de figuras nunca está dicha la última palabra y los rumores se confirman en algunos casos, pero otros, la mayoría, son simples palabras lanzadas al viento, que se pierden. Como decía una vez un avezado hombre de la política y muy consecuente con sus principios que siempre lo hicieron oficialista, independiente de los banderas que se blandieran: “Recién cuando se cuenten los votos está dicha la última palabra, hasta entonces sólo son especulaciones, e incluso con alguna habilidad también después se puede torcer la decisión. Todo es cuestión de muñeca y oportunidad”.La realidad quedará reflejada el miércoles 7, cuando se cumpla con la plenaria que debe además designar un secretario y fijar los días de sesión el próximo año.
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