En esta segunda parte el Dr. Luis M. Labath, médico especialista en Medicina Interna de nuestro país, explica el proceso doloroso por el que atraviesa el desamor y las maneras de poder salir de esa crisis de la mejor manera posible.Se había expresado que los neurotransmisores llamados “dopamina” tienen un efecto estimulante sobre el sistema de gratificación y que trabaja al máximo cuando se esta enamorado y, a su vez, activa partes del cerebro que no permiten olvidar lo que se anhela.“… se activa la zona cerebral que regula el apego profundo y es la responsable de los arrebatos que causa el desamor. Es aquella que trabaja al máximo cuando -al mismo tiempo- se está impregnado por los sentimientos que causa el amor romántico. Aparece, conjuntamente, un profundo vínculo hacia esa persona especial y el circuito de recompensa hace sentir una energía intensa, un enfoque agudo y una motivación penetrante, capaz de hacer arriesgar todo para conseguir lo que uno quiere. Si no se es capaz de poner freno al impulso, éste puede llegar a hacer muchas cosas de las que más adelante, con la cabeza más fría, nos arrepentiremos,” afirma el Dr.Labath“El enamoramiento comparte muchas características con la adicción a las drogas o con cualquier otra adicción. La obsesión y concentración exclusiva en una persona determinada, distorsiona la realidad e impulsa hacer cualquier cosa con tal de conseguirla.Éste es el motivo por el que, el desamor, comparte otros dos fenómenos que son propios de la “dependencia”. Por un lado, la “tolerancia”, representada por el hecho de que, cuanto más se ve a la persona deseada, en lugar de sentir calmo al deseo sucede lo contrario y todo se exacerba. Por otro lado, por la misma ruptura, aparece el llamado “síndrome de abstinencia” que lleva a recaer una y otra vez en el proceso de abandonar una relación que puede estar causando mucho daño.Las investigaciones científicas demuestran que si bien el enamoramiento no dura para siempre, lo que funciona para superar una ruptura es el mismo recurso que para sortear cualquier adicción…Por eso el desamor duele y mucho, porque el proceso de ruptura es como volver a enamorarse, pero al revés. Y las reacciones a nivel neuronal, provocadas por la pasión romántica, son similares en ambos casos.Estudios enfocados en analizar la actividad cerebral de personas hundidas tras una ruptura amorosa, muestran que ellas generan actividad en regiones cerebrales que controlan la angustia y el dolor físico.En resumen, el amor cuando se acaba, duele y ese sufrimiento físico es real. Puede alargarse durante meses sólo que el dolor es una parte natural de ese proceso de curación, como un síntoma que asegura la “desintoxicación”.En conclusión: “mientras uno sufre, la química del cerebro ya está trabajando para reconducir el comportamiento y equilibrar las emociones. De este modo, pone al que sufre el desamor de nuevo en movimiento y listo para superar el trance. Sin embargo, a grandes rasgos, para superar el desamor es necesario apartarse totalmente de la persona amada, evitar los lugares y actividades que podrían llevar fácilmente a una recaída, distraerse e iniciar nuevas actividades, aunque, al principio no existan muchas ganas…Todo dolor acaba pasando. Es cuestión de tiempo. No obstante siempre queda un consuelo, porque, como dice una frase: “Es mejor querer y después perder, que nunca haber querido”.ColaboraHilda GonzalezExperta en [email protected]
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