Señora Directora: La política imperial de los Estados Unidos parece tomará un nuevo impulso y un rumbo más proteccionista para con los intereses internos y externos de las grandes empresas de ese país. Al parece la xenofobia y el chauvinismo serán dos de esas reglas en la gestión que el 20 de enero de 2017 comenzará el electo presidente Donald Trump. Al menos es lo que se ve y lo que se lee sobre este particular personaje que llega a la política tras haber sido un empresario exitoso (“hijo de papá”, dicen otros) y sobre el que existirían sospechas sobre los métodos que le permitieron crecer y permanecer en el lugar donde hoy se encuentra. Con una visión centrada en el éxito personal y, al menos en lo declarativo, en la defensa de la producción estadounidense, frente a un mundo globalizado donde las transnacionales le han dado su impronta a las “democracias” occidentales.
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