En los campos de nuestro país es común ver un ave de andar galante, caracterizado a la distancia por una pluma que le sobresale en la cabeza, por su sonido característico y por la forma en la que defiende su nido. El tero deposita sus huevos en un lugar, pero sale a “gritar” en otro lado para despistar a los predadores. Así pasa en el reino animal, pero también pasa en la selva de la política argentina. Hay dos aves que se disputan el territorio. Una fue sacada del nido y la otra aún se tambalea con los fuertes vientos que soplan de todas las direcciones. Mauricio Macri y Cristina Kirchner son dos especímenes que no se soportan, pero los une la pelea descarnada por la preservación de su especie. Esta semana CFK salió con una prosa que mostró púas afiladas para atacar al presidente. La denuncia sobre el supuesto fraude por 61 millones de pesos de una cooperativa de La Plata en la que figura su madre Ofelia Wilhelm, provocó un odioso aleteo en la bandada. Con razón, la expresidenta salió a defender su nido y en una carta abierta acusó al mandatario de ser el responsable del ataque. “Macri, mi mamá tiene 87 años y hace más de 50 que vive con mi hermana en el mismo barrio y en la misma casa, que es su único patrimonio. Algunos dirigentes de mi partido que la conocen -porque la han visitado- pueden testimoniar, además, como vive.“Fue secretaria general de su gremio durante más de 30 años pero nunca tuvo un solo día de licencia gremial. Siempre fue a trabajar, ¿raro no?“Su única ‘debilidad’ es su pasión por Gimnasia y Esgrima de la Plata. Vive de su jubilación y de la pensión de mi padre. Hace casi ya tres años, fue operada de una gravísima enfermedad y desde entonces camina ayudada por un andador.“¿Qué es lo que querés inventar?“¿Pretendes hacerle creer a los argentinos que el país está mal y a ellos les va peor… por mi mamá? ¿No te parece mucho? Pensé que conmigo y con mi hija te alcanzaba ¿O es que las cosas van tan mal que tenés que empezar a perseguir junto con Clarín a una anciana que no sale de su casa?”.Si analizamos estos párrafos en base a la fundamentación argumentativa respecto a la acusación, uno podría preguntarse: ¿cuál es la importancia de la edad de la señora, que nunca haya faltado al trabajo, su pasión por el club o que haya sido operada recientemente? Esa misma lógica podría ser usada por los defensores de los genocidas que hoy reclaman la libertad domiciliaria de los detenidos, “porque están muy enfermos”. No es que la madre de Cristina pueda ser una delincuente, son las razones burdas que sobran en su argumentación, pero hay que reconocerlo, sirven a la creación de un perfil bueno de la víctima, que atraiga adhesiones al caso. Luego habla de la persecución de Clarín contra una anciana para culparla de lo mal que va la economía de la mano de Macri. Astutamente pone al mismo nivel el punto más débil de la administración Cambiemos con el supuesto ataque a su madre. Y además incluye a su hija. Imaginemos una telenovela brasileña, donde el dueño de la estancia castiga a la abuela y la nieta porque comían sin permiso de la alacena. Lágrimas y odio de la audiencia contra el “patrón”. De regreso a la realidad hay que poner en contexto la supuesta persecución contra Florencia Kirchner. Hace pocos meses la Justicia halló casi 5.000.000 de dólares en una caja de seguridad que estaba a su nombre. En el juzgado del juez Ercolini creen que el dinero era en realidad de Cristina, que fue “movido” al temer el embargo del juez Bonadio por la causa “Dólar Futuro”. A Flor K, la madre terminó poniéndole un pegajoso “garrón” en la mochila. El dato original sobre irregularidades con la cooperativa “El Aldabón” en la que figura Wilhelm, apareció en la publicación “El Estado del Estado”, que publicó el Gobierno a modo de radiografía del cuerpo con el que se encontraron cuando entraron a la Casa Rosada. Y fue Clarín, a través del periodista Nicolás Wiñazki quien al ver el nombre de la madre de Cristina, inició la investigación. Mal que les pese, eso es periodismo puro. Del mismo modo, el periodista Roberto Navarro de C5N haría lo mismo si se entera por ahí de alguna irregularidad y que en los nombres aparezca alguien vinculado a Macri. Lógica periodística fundamental, en la que, no seamos ingenuos, cuando aparece un dato que quema, cada uno lleva agua para su molino. Y siguió: “No, Macri. El problema de la Argentina sigue siendo el mismo de siempre: Ustedes. Tu papá y otros -como él- que estatizaron la deuda de sus empresas mientras la dictadura genocida había desaparecido a miles de argentinos. Deuda de la ‘patria contratista’ y otras yerbas que todavía estamos pagando. O como Clarín que se quedaba con Papel Prensa, mesa de tortura mediante. “Ustedes, los mismos que cuando los militares no les sirvieron más fueron por los políticos de los partidos populares y democráticos. Ellos terminaron destituidos y algunos presos y ustedes libres y cada vez más ricos. Como el ‘periodismo independiente’ que buscando cuentas K en el exterior, se encontró -como siempre- con… Ustedes, que tienen más cuentas y sociedades off-shore que pelos yo en la cabeza. “Lo mismo que pasó con los contratos de ‘dólar futuro’: Los que habían ganado millones eran… Ustedes. Los mismos que devaluaron, los mismos que fijaron el precio que después cobraron. Los que estamos procesados por Bonadio, somos nosotros. Es que Ustedes siempre contaron con dos apoyos imprescindibles para hacer lo que hicieron y siguen haciendo: El poder judicial y los medios de comunicación, que volvieron innecesarias a las ‘viejas’ y ‘obsoletas’ dictaduras militares”. Extracto demoledor de Cristina Kirchner, porque si el patrón es malo, el padre del patrón es más malo, al igual que todos sus compinches. La estatización de la deuda privada en la época de los militares hizo más ricos a los empresarios y más pobres a los argentinos, porque parte de esa deuda fue lo que llevó a la debacle argentina en 2001. Por ejemplo, una parte de esa “patria contratista”, era el Grupo Socma de Franco Macri, que se hizo más grande con la obra pública durante diferentes gobiernos, y fue beneficiada respecto a su deuda. Pero CFK obvia mencionar la patria contratista de los doce años de Gobierno K, en la que el extitular de la UIA, Héctor Méndez, reconoció que a la obra pública le decían (como la empresa de telefonía celular) Movicom, “porque iba con el 15 adelante”. Si en la década ganada los empresarios no querían quedar fuera de la obra pública debían pagar una coima del 15% a los funcionarios. Secreto a voces en el mundo empresario, pero que la expresidenta niega e inclusive intenta que todos los que trabajaron con el Estado en los &uac
ute;ltimos doce años digan en la Justicia si eso es cierto. Claro, urgente van a ir todos a inculparse del delito de sobornos. Y lo que olvida mencionar porque no le conviene, es el rol del compañero contratista Lázaro Báez, íntimo amigo de su esposo Néstor, devenido exponencialmente en millonario desde el inicio de la década K. Lázaro al menos habría zafado de tener que pagar coimas porque “todo vuelve”. Las sociedades shore de los MacriSi se comprueba que movían fondos no declarados o era dinero lavado, ocurriría algo similar a cuando sacamos la basura y se la lleva el recolector. Uno cree que se va para siempre, que quedará sepultada o incinerada, pero según pase el tiempo puede volver en forma de contaminación ambiental. La impronta impoluta de Mauricio Macri cuando llegó al poder quedó envuelta por el humo de basurales de Panamá y Bahamas. “Macri si no te alcanzan las ‘causas’ judiciales que ya inventaste, si no te alcanza con perseguir a mi hija, ajustá un poco más las clavijas en Comodoro Py, seguro que a Bonadio o algún otro más arriba, algo se les va a ocurrir”. Cristina Kirchner sabe como pocos, porque ella fue presidenta, cómo con cada Gobierno que llega la Justicia se vuelve permeable a los intereses del poder político. El fiscal Francisco Delgado, el mismo que investiga a Macri por las sociedades en el exterior, advirtió en una entrevista hace pocos días sobre los tiempos de las causas. Afirmó que la Justicia busca “mantener su propio poder”. Un caso claro, dijo Delgado, fue el de Lázaro Báez, “denunciado por delitos económicos en 2008 y, aunque las pruebas abundaban, recién en 2016, tras la difusión de un video que lo comprometía, fue encarcelado”.Una vez que un Gobierno deja el poder, queda en la mira de los jueces porque ya no les pueden hacer daño con denuncias en el Consejo de la Magistratura como sucedió durante los mandatos de los Kirchner. Pero fundamentalmente, cuando Cristina dice que la persiguen políticamente, es en realidad el accionar judicial por estar sospechada de delitos que figuran en el Código Penal, y por los cuales desfila por tribunales. No es que la quieren proscribir de la política, porque por voto popular su partido ya fue sacado del poder. Podrá volver a presentarse electoralmente porque no hay “caza de brujas”, lo que hay es el procedimiento para la aplicación de las leyes, algo que históricamente los funcionarios menospreciaron cuando jugaron a la República, porque en realidad actuaban con impunidad al creer que el Estado es del Gobierno y el poder es algo inmanente que nunca se pierde. Pasa en democracias plagadas de debilidades como la nuestra. Si la expresidenta cree que sufre persecución por haber llevado adelante políticas de inclusión social y ampliación de derechos, debería elevar una denuncia a la Sociedad Interamericana de Derechos Humanos. Pero lo curioso es que sólo lo denuncia en cartas abiertas y en ocasionales tribunas. Pero CFK puede quedarse tranquila porque todo llega. A Mauricio Macri también le va tocar abandonar el poder y deambular por los tribunales si cometió, está cometiendo o llegase a cometer delitos en los tiempos que ejerza la presidencia. “Eso sí, por más causas judiciales que armen, a la gente le alcanza cada vez menos la plata. Muchos ya no llegan ni a fin de mes. Y no hablo de los “vulnerables” -terminología light para no decir pobres- no les está alcanzando a lo que hasta el 10 de diciembre eran la famosa y tan mentada clase media argentina”. Dijo Cristina en otro párrafo de su carta a Mauricio Macri. ¿No debería haberla destinado a Wiñazki? “¡Y ese quién es! Mejor le pego al gerente de la oligarquía”. La denuncia fue por los millonarios fondos que recibía una cooperativa para repartir boletas de impuestos, y Cristina Kirchner habla de que a la gente ya no le alcanza la plata como antes del 10 de diciembre. ¡Tiene razón! Pero ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?Hablemos de los millones de nuevos pobres, de la crisis económica y del endeudamiento récord en once meses, del “gobierno para los ricos”, pero también hablemos de las denuncias por desvío de fondos y corrupción que sacude a exfuncionarios del Gobierno anterior y que resuenan aún más fuerte porque irónicamente la defensora de las clases humildes enfrenta causas judiciales por negociados millonarios en un triángulo de obra pública, amigos empresarios y hoteles propios. Pero Cristina hace la del tero, nunca habla de los hechos que le imputan, esgrime argumentos políticos y grita “persecución”. La lógica en este último tiempo fue mostrar que si saltaba mugre de un lado había que dar vuelta la acusación: “los sucios son ustedes”. Grieta, medios y argentinos divididos en el barro de la política. 33 años de democracia, ya estamos grandes, ya hemos visto muchas jugarretas de los gobiernos. “Ya les sacamos la ficha a todos” ¿A quién quieren engañar?Y sabés qué Cristina, el fiscal la empezó a investigar y tal vez no fue tu mamá, pero sí fue tu marido, fue Lázaro, sos vos, es Mauricio, su papá, sus amigos, sus primos y también somos nosotros. No nos tomen por idiotas. Colaboración:Lic. Hernán Centurión
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