La Asociación de Campesinos Tabacaleros Independientes de Misiones (ACTIM)?tramitó y logró la aprobación de un plan financiado con el Fondo Especial del Tabaco (FET) para la provisión de electrificación rural a familias tabacaleras que esperan por el servicio desde hace años. El plan, pionero para la entidad, ya tiene a sus primeras 30 familias beneficiarias, 20 de ellas socias de Actim y el resto vecinos (también productores tabacaleros) que se beneficiarán indirectamente con la llegada del tendido a diferentes picadas y colonias. Lo novedoso de la iniciativa es que los colonos no deben devolver la inversión, que les llega a modo de subsidio para paliar una carencia imposible de imaginar en pleno siglo 21. El presidente de la institución, Carlos “Cali” Goring, dijo que la aplicación del programa es un gran desafío para Actim porque nunca se había aplicado antes por esta vía, y porque además requiere de un control personal y permanente de los trabajos, ya que el manejo de materiales es delicado y necesita de conocimientos técnicos para evitar pérdidas o resultados no esperados. “Es impresionante participar del momento en el que llega por primera vez la energía a una chacrita que está allá en el fondo de una picada. La energía eléctrica no es un beneficio, es un derecho. A veces los que están en las oficinas con aire acondicionado, ni idea tienen de lo que estamos hablando, no saben lo que significa que el productor no tenga ni siquiera un vaso de agua fría para tomar después de trabajar a la intemperie todo el día, que no tenga donde mantener los alimentos o un remedio que tiene que estar en el frío” explicó. No fue fácil para la entidad elaborar el plan, ya que la inversión no siempre se entiende como prioritaria en las dependencias que deben aprobar las inversiones financiadas con el FET. “A veces nos indigna el desconocimiento, o que digan que no es tan necesario un determinado programa. Esperamos que los funcionarios vengan a ver la realidad y recorran con nosotros las chacras para que perciban realmente cómo viven nuestros tabacaleros, y sientan la misma alegría que sentimos todos con estos logros”, agregó. En la ejecución de la primera parte del plan, la entidad adquirió los equipos (transformadores, postes, tendidos) para la ejecución en la que colaboran los beneficiarios con la mano de obra más sencilla y menos técnica. La mayoría de los que fue seleccionado para esta primera experiencia “realmente no podía afrontar el costo de los materiales, que es lo que generalmente le cobra Emsa o las cooperativas cuando piden nuevos tendidos rurales”. En 2017 el programa seguirá vigente con nuevos beneficiarios, y es tan grande la demanda que también las otras entidades tabacaleras aplicarán planes similares. Este tipo de inversiones también reflejan un necesario vuelco en el concepto social del FET y su aplicación en los distintos programas, con una mirada más social y de beneficio directo para los productores.
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