Señora Directora: Lamentablemente en los últimos tiempos se viene observando en el mundo una ola xenófoba que desprecia y discrimina al extraño, provocada por la enorme desigualdad social generada por el neoliberalismo, primero, y agudizada por la crisis de los inmigrantes que hoy escandaliza Europa, luego. La concentración de la riqueza y el empobrecimiento de los sectores populares generaron una migración hacia los países relativamente más ricos. Tal ocurre con los latinos que ingresan como indocumentados a los Estados Unidos o las poblaciones del oriente y el sur europeo que migran hacia el norte en busca de mejores condiciones de vida.A ello ahora se suma la guerra que padecen varios pueblos (particularmente en Cercano y Medio Oriente) y que genera grandes movimientos de personas en busca de paz y futuro. Una circunstancia también presente en nuestro continente, en Colombia, donde millones de personas se vieron desplazadas en las últimas décadas por la guerrilla, las fuerzas parapoliciales y el narcotráfico.Todo ello generando un particular caldo de cultivo explosivo que puede dar lugar al surgimiento de ideologías extremas como ocurrió tras la Primera Guerra Mundial, en las décadas del 20 y del 30, dando lugar al fascismo, en Italia, y al nazismo, en Alemania. Pero que también se expresó en otros gobiernos ultraderechistas que luego fueron cómplices de la política expansiva del III Reich, en los 30 y principio de los 40.Lo cierto que esta política de echarle la culpa de nuestras propias frustraciones como sociedad al otro, al diferente, en general minorías étnicas, religiosas o inmigrantes siempre es potencialmente explosivo cuando los Estados y sus gobiernos no cubren las expectativas de sus naciones.?Y eso es lo que, al parecer, se agudiza en el mundo en años recientes.
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