El manejo de un millonario “paquete” de fondos públicos que llegaron y se destinarán a la creación y puesta en marcha de la Universidad del Alto Uruguay (Unau) en San Vicente derivó en una fuerte puja política que va dejando sus primeras víctimas en el camino. La ahora exrectora, Marina Arjol, formalizó su renuncia la semana pasada tras soportar un fuerte asedio local, a través de algunas radios y las redes sociales. Quienes la cuestionaban, pusieron en dudas el manejo de los más de diez millones de pesos que llegaron a las cuentas de la administración durante 2016 para financiar los primeros pasos de la unidad académica, tan largamente esperada por la comunidad. En lo que va del año efectivamente se registraron en las cuentas del Banco Nación sucursal San Vicente más de veinte transferencias de entre 399 mil hasta $2.895.803 para gastos de funcionamiento y de personal, según consta en la información oficial sobre fondos transferidos a las Universidades Nacionales de la Secretaría de Políticas Universitarias ( SICReV). Son los fondos que según los adversarios de la saliente rectora, no se habrían invertido. La docente, que además estaría sorteando problemas de salud, dejó libre el cargo y posibilitó el arribo del médico Magno Ibáñez, quien según trascendió, asumiría como nuevo rector este lunes y deberá manejarse en el mismo campo minado. “Está mal que lo diga, pero la señora Arjol se fue por el maltrato recibido”, confirmó a PRIMERA EDICIÓN Rubén Colucci, el coordinador académico de la flamante organización. El dirigente radical y actual delegado del Plan Belgrano en Misiones, Hernán Damiani, no dudó en apuntar contra el intendente Valdomiro Dos Santos y su entorno, como interesados directos en la salida de Arjol por los negocios que, al final, se habrían frustrado con la intransigencia de la exrectora mientras duró en el cargo. De allí, dice, el origen de los ataques. “La señora Arjol fue víctima de un verdadero terrorismo moral, un asedio constante con pedidos de informes, rumores respecto de la administración, ataques verbales, injurias. Este infierno que le tocó atravesar por no prestarse a ciertos intereses y a cierta matriz de corrupción que estaba enquistada, hicieron que Marina decidiera transparentar toda su gestión, contestar todos los informes que se le requirieron tanto a nivel provincial como nacional y volver a la paz de sus investigaciones y su tarea docente, siempre ejercida con prestigio. La cantidad de intereses que tuvo que enfrentar mellaron su espíritu, por eso se apartó”, aseguró. Una caja interesante Las pujas políticas y la pelea por el manejo presupuestario de la futura Universidad comenzaron antes del recambio de gobierno en diciembre del año pasado, pero se profundizaron con el nombramiento de Arjol en uno de los primeros cargos nacionales confirmados en Misiones tras la asunción de Mauricio Macri en la presidencia. Entre las primeras reuniones para darle forma a la idea, la aprobación de la ley de creación en 2014 y la llegada de las primeras partidas millonarias pasó mucha agua bajo el puente de la política: hubo alianzas, peleas, traiciones, alejamientos y una campaña que dejó vencedores y vencidos.“La Unau fue impulsada por un grupo que responde al intendente ‘Valdir’ Dos Santos; pero después tomaron la posta política ‘Marilú’ Leverberg y Alex Ziegler cuando eran diputados nacionales por la renovación. El año pasado, Ziegler se fue del oficialismo y quiso quedarse con el manejo de la Unau negociando con Cambiemos, pero le ganaron de mano. Desde el Gobierno nacional nombraron a Arjol, una persona de total confianza de Ricardo Barrios Arrechea, con lo que la UCR logró posicionarse en el manejo de la universidad”, resumió un conocedor de las intrigas palaciegas que concluyeron en los diez meses de gestión de la docente que renunció al cargo. De allí derivaron, dicen, los distintos grupos de presión que “le pondrán palos en la rueda” a cualquiera que administre los 32 millones de pesos presupuestados por el Gobierno nacional, para el segundo paso de la puesta en marcha de la Universidad, en 2017, el que contempla la compra de un predio y el inicio de las edificaciones. Las 300 hectáreasNadie puede referirse en forma contundente a la cuestión, pero en San Vicente se conocen algunos detalles de uno de los posibles negocios frustrados en torno a la Unau tras el cambio de signo político a nivel nacional. Dicen que un funcionario allegado al jefe comunal habría adquirido un predio de 300 hectáreas a la altura del kilómetro 55 de la ruta nacional 14, con la intención de revenderle luego este terreno a la futura universidad, cuyo proyecto “casualmente” se desarrolla en un predio de similares dimensiones. “En los últimos tiempos aparecieron varios donantes de terrenos y evidentemente se afectaron otros intereses para adquirir otro tipo de inmuebles”, resumió Damiani, quien recordó que también existe la posibilidad de una donación de hectáreas del Instituto de Previsión Social. El coordinador académico Rubén Colucci, también admitió fuertes pujas en torno al manejo presupuestario y las futuras inversiones. “El proyecto de Universidad aprobado por ley, contempla varias etapas. Primero el desarrollo del plan académico, a través del diagnóstico que se hizo en la región, y cuyo resultado ya fue entregado al Ministerio de Educación para definir las carreras que se dictarán. Después vienen otras etapas, como la compra del terreno y la edificación. Esto no está definido, quedará a cargo del nuevo rector. Puede que haya gente que estuvo interesada en la compra de un determinado predio, no lo puedo certificar, lo que sí puedo decir, es que esta administración estuvo permanentemente hostigada” lamentó. Respecto de las denuncias públicas sobre el desmanejo de los fondos y el supuesto vaciamiento de las cuentas, aseguró que “los fondos que hasta ahora se recibieron se administraron en forma impecable, con transparencia total, pero hay gente que estaba muy interesada en manejar el proyecto y desde el cambio de Gobierno se sintieron marginados; creemos que puede ser el origen de tanta información desvirtuada que trascendió”. Sembrar la dudaEn agosto, el diputado nacional por el kirchnerismo, Daniel Di Stéfano, presentó ante el Congreso de la Nación un pedido de informes al Gobierno nacional solicitando detalles sobre los avances y organización de la Unau. A nivel local, en tanto, se hizo circular la versión de una supuesta denuncia penal en contra de Marina Arjol, presentación que nunca fue confirmada. Carmen Vogel, integrante del grupo que trabajó en la delineación del proyecto de universidad, a su vez denunciaba públicamente que “la rectora organizadora aparece cada fin de mes a retirar abultadas sumas de dinero de las cuentas de nuestra universidad de la sucursal del Banco Nación de San Vicente”. Desde el grupo “origin
ario” se quejaban porque Arjol “anuló al equipo que trabajó en el proyecto que hicimos y que fue el que nos aprobaron”. “El grupo sigue trabajando, reuniéndose y denunciando el vaciamiento de nuestra futura universidad”, aseguran. Del otro lado explican que “el grupo de gente encabezada por el Intendente se quedó con las ganas de manejar los fondos y presionaron a Arjol para meter a su gente en la administración, pero no pudieron. Está la influencia de “Marilú” que quería quedarse con el manejo de la Universidad, y la de Ziegler que quería lo mismo”. En este marco, la compra del predio donde funcionará la futura unidad académica parece ser el próximo paso listo para terminar en escándalo.
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