Como psicopedagoga y educadora, siempre considero importante “estar atentos a lo que pueda ocasionar problemas de aprendizaje y desarrollo en los niños”.¿Alguna vez observaron que la mano dominante de una persona es la derecha, y ella no coincide con el ojo dominante, que es el izquierdo? ¿Sabían que este cruce puede generar inconvenientes en el proceso de aprendizaje?La lateralidad resulta ser una función compleja que se deriva de la organización del sistema nervioso. Gran parte de nuestro cuerpo se articula de manera doble, es así que tenemos dos ojos, dos oídos, dos orejas, dos pulmones, etc. De la misma forma, el cerebro cuenta con dos estructuras hemisféricas especializadas, las cuales son responsables de controlar este complejo sistema dual, conformando la información sensorial, orientándonos en el tiempo y espacio, culminando por interpretar el mundo que nos rodea.Existe otro término conocido como lateralidad homogénea, el cual refiere cuando la mano, pie, ojo y oído demuestran una preferencia dominante hacia el mismo lado, puede ser derecho (diestro) o izquierdo (zurdo). Sin embargo, cuando domina por ejemplo la mano derecha y el ojo izquierdo, hablamos de una lateralidad cruzada, esto se presenta cuando existe una lateralidad distinta de la manual para pies, ojos u oídos. Aquí podemos hablar también de asimetría funcional.A su vez, existe la llamada lateralidad cruzada mano-ojo, que ha sido una de las más estudiadas y suele ser relacionada con problemas de aprendizaje, especialmente en la lectura y escritura.¿Qué implica la lateralidad?En el hecho de que un niño sea diestro o zurdo, puede influir la información genética o la influencia del entorno cultural, educativo y el aprendizaje recibido.Investigaciones al respecto indican que es posible tener un hijo zurdo en un 10% si ambos progenitores son diestros, mientras que si ambos son zurdos el porcentaje alcanza al 26%.De otro lado está la influencia de factores ambientales o sociales. Si un niño está orientado a escribir con la mano derecha o a tocar objetos con dicha mano, es más seguro que sea diestro. Observamos además que la mayoría de los objetos están elaborados para ser manipulados por diestros.¿Cómo detectar la lateralidad?Recién cuando el niño cumple los cinco años, será posible evaluar qué tipo de lateralidad presenta. Sin embargo, hay que observar que a esta edad nada es determinante y debemos continuar evaluando.Lo más importante es que las diferentes dominancias -sea diestro o zurdo- estén organizadas en el mismo lado, sobre todo si hablamos de mano, ojo y pie. Si observamos algún inconveniente debemos realizar las pruebas pertinentes para descartar lateralidad cruzada.Dominancia manualUna forma de comprobar el tipo de dominancia es indicar al niño que tome un lápiz y escriba una serie de números. Generalmente, la mano con la que lo realice será la dominante. Asimismo, se debe observar si al tomar otro tipo de objetos lo hace con la misma mano.Luego se puede intentar escribir la misma serie de números con la mano opuesta. Si se trata de un pequeño diestro o zurdo que esté bien organizado presentará inconvenientes para efectuar los números con la mano contraria.Dominancia ocular Hoy les propongo ejercicios que suelen resultar interesantes y prácticos para conocer qué ojo es el dominante.Una de las pruebas más utilizadas es la del papel perforado. Pueden tomar cualquier papel y hacerle un agujero en el centro, seguidamente le piden al niño que de pie, con los brazos estirados, pueda sostener el papel y trate de mirar a cierta distancia un punto que se encuentre ubicado detrás a través del agujero. Le indicarán que vaya acercando poco a poco el papel al rostro hasta llegar a tocar el mismo. Esta tarea debe hacerla sin dejar de observar por el agujero enfocando al punto fijado. Una vez que el papel llega a la cara del niño, éste ha situado el agujero frente al ojo dominante.Dominancia de pie La pierna con la que ejecute las destrezas propias de un juego con pelota será la dominante.Dominancia auditivaPodemos probar en alcanzar un objeto con ruido tenue ya sea auricular o reloj por ejemplo, luego pedirle que escuche atentamente, de tal forma que la oreja hacia donde dirija el objeto será la dominante. (vemos cuál es la oreja que se inclina o acerca naturalmente).Actividades para favorecer el aprendizajeLos especialistas se han cuestionado cuál es el momento ideal para que definir las dominancias establecidas. Algunos indican que se debe empezar a trabajar con los niños desde pequeños, de tal manera que evitemos dificultades en el futuro aprendizaje. Otros consideran que se deje el proceso natural para definirlos.El universo de cada niño es particular, por ello es recomendable acudir a la opinión de un psicopedagogo para establecer si es conveniente realizar una terapia. El pequeño puede explorar las cualidades y habilidades de su cuerpo, situando el espacio, esto gracias a la ayuda de un especialista en psicomotricidad y logopedia.La mala lateralidad se puede manifestar de muchas formas, siendo la más común la del cruce lateral simple, esto se manifiesta cuando el niño usa su ojo dominante de manera habitual y escribe con la mano subdominante, esta situación ocurre en pequeños diestros de mano y pie, pero con dominancia en el ojo izquierdo o viceversa.En caso de corregir la lateralidad, se debe actuar sobre el cambio de la dominancia de la mano antes que con la del ojo, sólo así fomentamos la tendencia neurobiológica.Si vemos un cambio de dominancia visual, el optómetra deberá dirigir un tratamiento que consistirá en un programa de entrenamiento visual que suponga la obturación del ojo, que debe ceder la dominancia o el trabajo con filtro rojo.Para reforzar la lateralidad, los padres podrían ayudar al niño con algunas ideas:• Reconocer y nombrar las partes en el cuerpo propio y en el de otro.• Señalar errores en dibujos semejantes.• Indicar la posición que se tiene respecto a un objeto, si está ubicado a la derecha, izquierda o detrás.• Lanzar y recibir objetos, pelotas, etc. con una mano y la otra.• Tirar a un blanco ubicado cada vez a mayor distancia.• Batir palmas y pitos de manera alternativa.• Abrir y cerrar la mano aceleradamente.• Tocar cada dedo con el pulgar de la mano respectiva.• Mantener en equilibrio un artículo con una mano, mientras que con la otra se realiza otra acción.• Hacer dibujos con los dedos, ya sea con pintura adecuada en papel grande, sobre arena o pizarra con el dedo mojado.• Repasar con un lápiz y colorear la mano dominante.• Identificar los objetos que se encuentran a la derecha e izquierda con los ojos cerrados.• Recorrer lugares que suponen giros, curvas, etc. hacia la izquierda y derecha.• Dibujar objetos a la izquierda y derecha de otro que ya está dibujado.• Se pueden escribir parejas de palabras que empiezan por letras de simetría inversa como “dame-bajo”, “pera-queso”, etc.• Realizar actividades que implican movimientos direccionales.• Elaborar líneas, caminos y laberintos.Tipos de preferencia o dominancia- Dominancia manual: refiere la preferencia para utilizar ya sea la mano der
echa o izquierda para realizar diferentes acciones.- Dominancia podal: indica cuál es el pie dominante para realizar acciones como patear una pelota o mantenerse en pie con una sola pierna.- Dominancia ocular: Pese a que los ojos son primordiales para observar una imagen correcta, hay uno de ellos que es el dominante y se prefiere para mirar.- Dominancia auditiva: Cuando se prefiere o existe tendencia a escuchar más por un oído que por el otro.Problemas de aprendizajeA continuación algunas dificultades que pueden presentar los niños que tienen lateralidad cruzada:• Dificultad en la automatización de la lectura, escritura o cálculo.• El niño suele leer de manera lenta y con pausas.• Presenta hiperactividad y dificultad de atención.• Inconvenientes para organizar de forma adecuada el espacio y tiempo.• Problemas al ordenar información codificada.• Ciertas confusiones derecha-izquierda que suelen dificultar la comprensión de las decenas y centenas.• Se confunde entre la suma y resta, multiplicación y división.• Confusión de sílabas directas e indirectas.• No tiene motivación, existe un nulo interés por realizar actividades.• Presenta torpeza psicomotriz, es decir confusión para situarse a derecha o izquierda a partir del eje medio corporal.• Se observa un mejor nivel de comprensión de las explicaciones verbales que en las escritas.• Prefiere el cálculo mental que el escrito.• Tendencia a presentar disgrafía, dislexia, discalculia y/o dislalias, queriendo expresar lo contrario de lo que piensa.• Escribe letras y números de manera invertida, como si estuvieran reflejadas en un espejo.• Inconvenientes para concentrarse en una sola tarea durante un espacio de tiempo determinado.• La conducta del niño puede verse perjudicada al manifestarse inhibición, irritabilidad, desesperanza, baja autoestima, etc.Colaboración: Báez Myrian MabelLic. en Psicopedagogí[email protected]
Discussion about this post