Ubicada en el departamento de Corpen Aike, Puerto Santa Cruz se encuentra en la margen sur del amplio estuario del río homónimo y posee todos los condimentos para prolongar la estadía de sus visitantes, ya que ofrece lo necesario para que la familia se sienta satisfecha. El pueblo, al que se accede transitando 28 kilómetros por la ruta provincial 288 desde el cruce con la ruta nacional 3, posee diversos atractivos, entre ellos la Sociedad Rural por ejemplo, donde se realizan ferias y remates de ovinos, referencia de los establecimientos ganaderos de la zona.Además, cuenta con una fuente de aguas termales de propiedades curativas y con el puerto de aguas profundas de Punta Quilla, a 16 kilómetros, frente al Mar Argentino. Todos los años, el pueblo celebra la Fiesta Provincial del Róbalo, en la que además del concurso de pesca los visitantes disfrutan de una feria artesanal y de espectáculos musicales.A 50 kilómetros se encuentra el Parque Nacional Monte León, con 40 kilómetros de costa y playas de acantilados descubiertas por la bajamar, que hacen de esta reserva una visita obligada para el viajero. Postales únicasUno de los atractivos más importantes de la zona es el Parque Nacional Monte León, donde la estepa patagónica da paso a las curiosas formaciones de los acantilados y sus increíbles playas descubiertas por la bajamar.Este parque nacional cuenta con 60.000 hectáreas de estepa y 40 kilómetros de costa, sitio en el que habitan colonias de pingüinos magallánicos, cormoranes y otras 20 especies de aves costeras y marinas, además de la biodiversidad de la zona, hábitat natural de guanacos, choiques, zorros y pumas. En el agua, toninas, pingüinos e incluso ballenas, completan la atracción de miles de visitantes.AventurasDesde raids náuticos a sobrevuelos sobre la zona, mountain bike, e incluso carreras de cuatriciclos, son actividades que tanto los habitantes como los visitantes del pueblo pueden practicar, sólo es cuestión de animarse.Calidad y calidez humanaPara disfrutar de un delicioso café con un paisaje increíble de fondo, el lugar ideal es la Hostería Municipal, donde la buena atención y la calidez humana se conjugan con la inmejorable ubicación frente a la ría.En definitiva, un pueblo pequeño de corazón gigante e interesantes propuestas. Un rincón perdido en la inmensidad patagónica, pero que una vez que se lo conoce se torna, como bien lo describe Horacio Guaraní, en un “lejano y querido, pedacito de frío, sol de mi corazón”.
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