Señora Directora: Meses atrás, algunos canales de televisión porteños mostraron la desagradable imagen de dos crueles personas que habían atado un perro a un coche rojo y lo arrastraron por varias cuadras a toda velocidad. Alguien los atajó, pero el pobre animal ya no vivía, pues además de los golpes sufridos murió por asfixia.En estos días, nuevamente vimos en las pantallas de nuestros televisores otra desalmada acción en que se volvió a atar un perro a una camioneta 4×4. Lo arrastró por varias cuadras hasta que alguien la atajó y le preguntó al conductor por qué esa miserable conducta y dijo: “Se porta mal”.¿Con qué calificativo severo se pueden analizar estos actos de tamaña brutalidad y crueldad? Pero como en nuestro país no existe una Justicia que le dé tranquilidad a los propios humanos, ¿qué vamos a pretender que alguien algo para impedir estos hechos y castigar con rigor a sus responsables?Ninguna especie animal procede así contra la especie humana. Al menos debería identificarse a estos salvajes para que se los conozca.
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