Señora Directora: Es alarmante como continúan aumentando día a día y sin posibilidad de reducción a la vista, la lista de víctimas fatales en accidentes de tránsito en la provincia. En muchos de ellos la presencia de alcohol en sangre de los conductores sigue siendo la principal causa, donde además se agrega entre los sobrevivientes lesiones físicas cuyas consecuencias perdurarán de por vida.Esto es más preocupante, cuando en muchos municipios misioneros se ha establecido el régimen de Alcoholemia 0 al volante, que pena con severidad a quienes manejan borrachos. La Provincia también ha adoptado una medida similar y fue esa la causa que motivó la intervención a Arroyo del Medio porque, conduciendo alcoholizado una camioneta oficial, su intendente mató a un chofer de taxis.Pero estos hechos tan trágicos siguen ocurriendo casi cotidianamente. Según observo, muy poco se ha hecho para aumentar los controles, eliminar privilegios a estos conductores y hacer campañas intensivas que adviertan sobre los riesgos para quienes los protagonicen, y las penalidades que deben aplicarse con todo rigor y firmeza a los infractores. En estos últimos años, la situación es tan grave que Misiones sigue estando, proporcionalmente, entre las primeras provincias del país con este tipo de siniestralidad previsible y evitable. Pero que para combatirla parece que es muy poco lo que se hace, sumado a la irresponsabilidad de muchos de quienes toman un volante y lo hacen sabiendo que por el alcohol no están en las mejores condiciones para hacerlo y sus reflejos están disminuidos.No bastan las declamaciones vacías o bastones que se blanden, pero nunca se usan. Es necesaria la adopción urgente de medidas para erradicar este flagelo que alcanza principalmente a los jóvenes, aunque no sólo a ellos.
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