El año pasado, a través del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas), se inauguró un proyecto de instalación de agua potable en la Picada Carril, de El Alcázar. Colocaron el tanque y la bomba, hubo agua durante unos meses; pero pasaron las elecciones, la cooperativa cortó la energía eléctrica y las 27 familias quedaron sin el suministro de agua potable. Es una zona de mucha pedrera, con grandes necesidades y la gente hace un año que está esperando que vuelvan a conectar el agua potable.El fin de semana, el diputado Héctor Bárbaro (Partido Agrario y Social) recorrió la picada y recepcionó la queja de las familias que viven en el lugar y siguen esperando contar con el vital elemento. "Llama la atención que el año pasado, una semana después de las elecciones hayan dejado sin agua a estas familias de colonos, sin que el intendente, José Ferreira (FR) jamás ponga manos a la obra para solucionar el problema", dijo.Bárbaro estuvo haciendo gestiones al respecto, buscando información sobre los motivos por los que el personal del Imas abandonó está obra. "Hablé con el presidente del organismo, Joaquín Sánchez, quien desconocía el tema y me dijo que iba a mandar a gente para tratar de resolverlo, así que en principio vamos a esperar que hagan algo; pero si no hay respuestas, tenemos la intención de acompañar el plan de lucha que emprendan las familias, porque es increíble que el Centro de Salud no tenga luz, ni tampoco la bomba que les permita contar con agua potable", señaló el legislador.
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