Derribando mitos, las puertas se fueron abriendo. Es lo que comprobaron en 300 días de viaje en combi dos jóvenes misioneros que iniciaron una travesía por América con el propósito de conocer otras culturas, ciudades y países. Juan Ignacio “Nacho” Peluso (26), flamante ingeniero en Industrias de la Madera, oriundo de Jardín América, y Guillermo Kahlstorf (26), estudiante avanzado de la carrera de Ingeniería Forestal, de Leandro N. Alem, se conocieron en la Facultad de Ciencias Forestales y la amistad perduró en el tiempo. También formaba parte de la partida, Carlos “Carlitos” Giménez (26), un eldoradense especialista en gastronomía y alta cocina, que debió abandonar el periplo, apenas comenzado. Mientras este vínculo se iba afianzando y haciendo foco en una idea que desde siempre estuvo latente, Nacho y Carlitos compraron una combi Volkswagen modelo 1988 y empezaron a prepararla. Era el vehículo ideal para hacer un viaje pero tuvieron que trabajar varios meses para culminar detalles de chapa y pintura, algo del motor y adecuar el interior del rodado. Además de los problemas “técnicos” Nacho ansiaba recibirse, siguiendo los pasos de Carlitos que ya se había graduado.Una vez que pusieron en condiciones a “Dolores”, tal como bautizaron a la combi, Nacho y Carlitos salieron desde Eldorado, el 27 de diciembre de 2015. Sabían que iban hacia el Noroeste pero sin elaborar una hoja de ruta precisa. Habían pintado el rodado hacía cuatro días y debieron trabajar durante la Nochebuena y la Navidad entera para poder dar el puntapié, que ya los llevó a recorrer cinco países. La ilusión del chef duró alrededor de 15 días porque en el Norte Argentino (Jujuy) se lesionó la rodilla y tuvo que regresar.En cada ciudad, miles de historiasLa dupla salió desde Misiones, pasando por Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, donde Carlitos se lesionó. En soledad, Nacho viajó por Bolivia (Salar de Uyuni, La Paz, Copacabana, Isla del sol). Luego pasó a Perú (Cusco, Machu Pichu, Oasis de la Huancachina). Llegando a Lima apareció en escena Guille, que le envió un mensaje de audio manifestando su intención de sumarse al viaje. Pospuso su trabajo y su carrera, y abordó un avión para encontrarse con su amigo en el aeropuerto. Siguieron viajando. Ciudad por ciudad. Pueblo por pueblo. Después de Lima vino Huaraz y luego Chachapoyas donde se tomaron el tiempo para apreciar unas cascadas de 771 metros de altura y un caudal “impresionante”. Después de 88 días por Perú cruzaron a Ecuador por una frontera alternativa, en momentos en que se producía el primer terremoto en la costa ecuatoriana. Allí recorrieron Vilcabamba, la ciudad con la población más longeva del mundo y participaron de un encuentro Rainbow. Fueron a Cuenca y a Baños de Agua Santa, donde se encuentra el peñón del diablo y aprovecharon para experimentar deportes extremos como puenting, que es saltar de un puente amarrado a una cuerda. Llegó el turno de Quito, donde se encuentra el monumento al centro del mundo. Descansaron dentro del volcán Quilotoa que contiene una laguna, Otavalo, y recorrieron varios parques nacionales.Sin pensar iniciaban la travesía por Colombia, donde permanecen desde hace más de cinco meses y donde tuvieron que renovar la visa “para poder quedarnos”. Como primer lugar “importante” visitaron el Santuario de Las Lajas, que para los viajeros “es una de las iglesias más lindas del mundo. Está metida en un cañón y por debajo de la construcción pasa un río”. Pasaron a la Ciudad Blanca de Popayán, Cali, el Valle del Cocora, Hellin, Guatapé, Bogotá, San José Del Guaviare, y una parte la Región de los Llanos orientales. Anduvieron por Villa de Leyva, y hace más de un mes permanecen la Costa del Caribe. Estuvieron en la Guajira, que es el punto más Norte de Colombia y del Continente, Cabo de la Vela, el Parque Nacional Tayrona, “con playas paradisíacas, cuidadas por una tribu indígena”, Santa Marta, Palomino y la ciudad amurallada de Cartagena de Indias, hasta donde llegaron durante el día del huracán, sin mayores preocupaciones.Por estos días están haciendo un esfuerzo enorme para poder cruzar a Centroamérica ya que no hay vía terrestre para conectar al continente. En el Tapón del Darien, se interrumpe la ruta panamericana que puede unir a Tierra del Fuego con Alaska. Y la forma más económica para pasar es enviando la combi en un contenedor desde el puerto de Cartagena hasta el puerto de Colón, en Panamá, que tiene un costo de 1.500 dólares. Es con la idea de seguir subiendo por Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice y México. Y con posibilidades de continuar hasta Alaska, aunque no tengan bosquejado un plan de viaje, y siempre y cuando “Dolores”, así lo quiera. Por el momento, siguen subiendo hacia el Norte. Los ingenieros van financiando su viaje con cosas que van surgiendo y agudizando el ingenio a medida que transcurre el camino. “Hicimos muchísimas cosas para poder mantenernos, como trabajar en restaurantes, vender sandwiches en las playas, y en una oportunidad vendimos choripanes fuera de un estadio de primera división de Ecuador, sin poder negar lo argentinos que somos. En Lima, con ´Dolores´ buscábamos huéspedes del aeropuerto para un hostal, y en Bolivia hicimos tours al Salar de Uyuni, también con la combi”, relataron a PRIMERA EDICIÓN a través de emails y mensajes de audio.En Colombia, con la combi como principal protagonista, filmaron una publicidad para una cerveza y “nosotros actuamos de extras en el rodaje del comercial”. Pero la actividad que más desarrollan es la confección de artesanías que aprendieron a tejer durante el viaje. “¿Se imaginan, con la formación en ingeniería, haciendo pulseras y combinando colores?”, preguntaron entre risas. Otra de las opciones es la comercialización de las postales del viaje tomadas por ellos mismos. “Es que con Dolores resulta bastante buena la venta ya que es un vehículo clásico que llama mucho la atención y mucha gente que tiene un buen recuerdo de su infancia o de una etapa de su vida, se acerca a charlar y se lleva un recuerdo”, añadieron. Así como no tienen hoja de ruta, tampoco está prevista en el calendario una fecha de regreso.Para seguirlosEn <a href="https://web.facebook.com/La-Vuelta-en-Kombi-652555244880910">su página de Facebook</a>, Nico y Guille suben fotos de los lugares donde estuvieron y las actividades que realizaron en estos 300 días de travesía. También aceptan colaboraciones para poder solventar el paso de “Dolores” a Panamá.
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