A partir de la mitad del siglo XX entramos en una época donde el hombre se ha “psicologizado”, esto significa que toda explicación y análisis que se realizan sobre sus ideas, acciones y conductas, le damos un trasfondo psicológico, por ejemplo si una mujer grita o está de malhumor muchos se atreven a malpensar que le falta sexo, o que algo malo le pasó en la infancia.Hay cosas positivas como los avances de la ciencia como la tecnificación, la revolución informática y comunicacional, que nos permiten conocer segundo a segundo cualquier suceso del mundo.También hubo avances sobre los derechos humanos y la justicia social, hay mayor conciencia ecológica, y cierta nivelación del hombre y la mujer en muchos países, para superar el machismo.El confort y el bienestar humano se elevaron para algunos sectores de la sociedad, con cambios en el sentido del ahorro y de la vida, donde no se deja para mañana sino que se procura el consumo y el disfrute “hoy y rápido”. Lo negativo es el avance del materialismo con el consumismo, donde sólo deseamos tener más, haciéndose hincapié en buscar el placer como meta principal también llamado hedonismo, y se advierte una falta de compromiso con los valores que hacen a la gente más humana.Tenemos una abundante e interminable invasión de información inundándonos, que va produciendo un hombre abrumado por tantas noticias negativas, que nos desconciertan y nos desorientan, que cambian nuestros valores y nos producen un vacío espiritual.Nos vamos incapacitando para expresar y sentir amor verdadero y auténtico, a esto que ya es grave se suma la indiferencia por el que sufre, por el más pobre, por el desvalido y por el que está en ruina. Como consecuencia de esto empezamos a sufrir “ansiedad”, que es la sensación de anticipación de lo peor, es estar en guardia permanente o en alerta por el futuro incierto y temeroso que nos espera, sentimos que algo nos está por agredir pero no sabemos exactamente qué es.Como solución debemos retomar los valores humanos, que deben tratar de buscar un sentido trascendente para nuestra vida, un crecimiento interior y el desarrollo de la espiritualidad. Un hombre contó una historia: “Una mañana en la escuela, el profesor le pidió a los alumnos que escribieran la meta que quisieran alcanzar cuando adultos.“Un alumno, hijo de un entrenador de caballos de escasos recursos escribió una composición sobre su sueño con detalles, hasta dibujó un plano de todo su proyecto, el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en que quería vivir; poniendo todo su corazón en el proyecto, entregándoselo luego al profesor.“Dos días después recibió de vuelta su trabajo reprobado, y una nota que decía: ‘Es un sueño poco realista para un chico como tú, no tienes recursos y eres pobre. Para tener lo que quieres hacen falta muchas cosas y dinero, no lo podrás hacer’. El profesor agregó que si rehacía el trabajo con objetivos más realistas, cambiaría la nota.“El chico, después de reflexionar largo tiempo, entregó el mismo trabajo sin cambiar nada, diciéndole al profesor: ‘Usted puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño’.“Al concluir el hombre miró a los niños y les dijo: ‘Les cuento esta historia porque es mi historia, esta es la casa de mis sueños, el rancho que quise conseguir pues era la meta de mi vida. Aún conservo aquella tarea del colegio enmarcada sobre la chimenea’.“Luego agregó: ‘Lo mejor de la historia es que hace dos años, ese mismo profesor trajo a treinta chicos a visitar mi rancho y al irse me dijo: "mira, ahora puedo decírtelo, cuando era tu profesor, era una especie de ladrón de sueños, que le robó un montón de sueños a los niños, por suerte tuviste la suficiente fortaleza para no abandonar el tuyo’.“No dejemos que nadie nos robe nuestros sueños, ni tampoco nosotros le robemos a otros los suyos”.Cada persona lleva su vida de forma dinámica, para algunos es como un problema que hay que ir resolviendo según vayamos cambiando y viviendo, para otros la vida es una ecuación matemática que debe ser bien planteada, buscando la mejor solución según la realidad y sus imprevistos.Es imprescindible para pensar bien y tranquilo, tener “la panza llena y estar bien cubierto”, esto significa tener las necesidades básicas satisfechas, como alimentación, techo y vestido por medio de un trabajo digno.Tener una familia constituida es fundamental, también exhibir optimismo que neutraliza las posiciones negativas, el afán de superarse y la esperanza son esenciales, también es importante conocer nuestras aptitudes y limitaciones para no equivocarnos, además de saber levantarse ante los fracasos que siempre los hay. A la vida propia y ajena hay que enriquecerla con abundancia de contenidos, no sólo información que abunda en la actualidad, aunque de poca calidad, sino que la información debe “formar y enriquecer” nuestro ser interior, haciéndonos más humanos.Debemos analizar nuestra vida con una mente abierta y crítica, es decir estudiar todas las soluciones posibles a los problemas que se van presentando, en general conviene programar pero también se deberá improvisar, que es una programación más rápida.Debemos seleccionar cuidadosamente nuestros “Valores”, que son los significados de las ideas y creencias que sustentarán nuestros actos y proyectos, como la honestidad, la responsabilidad, la humildad, y la justicia; y muchos más.Nuestros proyectos y metas se irán articulando, o no, durante las distintas etapas de la vida, ya que el vivir es como un río que aumenta su caudal en su trayectoria, por los múltiples afluentes de experiencias que lo alimentan, como la convivencia familiar y social, el desempeño en el trabajo, el dar, servir y ayudar, el cumplir los proyectos de vida.Todos los caminos nos orientarán o desviarán de nuestros sueños y metas, dependerá de nosotros, del empeño y la sabiduría que pongamos en la elección de esos caminos, para cumplir y llegar a ellos. Colaboración: Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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