Cuando el amigo de un niño va a su casa y éste se niega a prestarle sus juguetes, ¿qué hacemos? Los niños no son egoístas por naturaleza. El egoísmo también se aprende. ¿Cómo enseñar a los niños a que hagan lo que muchos de nosotros todavía no hemos aprendido? El compartir es una de las habilidades sociales más difíciles de enseñar, requiere tiempo y práctica. Los bebés demuestran habilidades sociales desde el día que nacen.Al escuchar la voz de su madre, al voltear la cabeza para seguirla, los bebés están estableciendo un lazo social con su entorno. Luego, cuando empiezan a jugar con sus iguales, ellos estarán desarrollando habilidades sociales que serán positivas o no dependiendo de las relaciones que tengan con sus padres, familiares, cuidadores y maestros.¿Qué hacer para lograr que los niños compartan?Los niños con habilidades sociales positivas tienen una mayor probabilidad de salir adelante en la escuela y también en la vida. Por eso es tan importante enumerar estas habilidades sociales positivas:- Jugar bien con los demás.- Sentirse a gusto en su ambiente.- Compartir, colaborar y cooperar.- Respetar su turno en las actividades.- Identifica y expresa sus sentimientos.- Se preocupa por los demás.¿Qué sugieren los especialistas? ¿Es bueno obligar a nuestros hijos a compartir?Una de las habilidades más difíciles de enseñar es la de compartir. Aunque puedan aprender desde muy pequeños, la mayoría de los niños sólo estará preparada para compartir juguetes y otros materiales a partir de los cuatro o cinco años. Antes de eso puede que no estén listos.1- Los grupos de juego y los encuentros para jugar con los amiguitos son formas populares usadas por las familias para que los niños tengan la oportunidad de estar en compañía de otros pequeños de su misma edad;2- No se puede obligar a un niño a compartir. Tiene que estar preparado. Y para eso debe ser estimulado por padres, familias, y educadores. La mejor forma de educarlos para que sepan compartir es con el ejemplo. Deje que su hijo lo vea compartir regularmente.3- La utilización de palabras que estimulen y motiven a los infantes a compartir también es importante. Cuando el niño deje que otro niño toque sus juguetes, felicítelo diciéndole que él es muy bueno, tiene buen corazón y sabe ser amigo.4- Aproveche situaciones en que exijan compartir para enseñar a su hijo a hacerlo. Por ejemplo, si tiene un trocito de tarta en casa, enséñele que deben compartirlo entre todos. Pida a su hijo que lo haga. Él se sentirá partícipe de su buena actitud. Si algún otro niño visita la casa, pida a su hijo que comparta con el niño su habitación, juguetes, un juego o libros.5- Fomente el juego en grupo con su hijo. Además de compartir él aprenderá también a colaborar, a expresarse y otras habilidades sociales.6- No compare a su hijo con otros niños. No todos e desarrollan al mismo ritmo. Las habilidades sociales duran toda una vida y crecen a medida que nosotros mismos crecemos.Técnicas de modificación conductualPremiarlo: la técnica más sencilla es el simple refuerzo positivo. Cada vez que comparta algún juguete o algo que le guste le premiaremos para que asocie un comportamiento bueno con unas consecuencias agradables. En este sentido, es conveniente que se le felicite y no se le dé nada material, puesto que podría pensar que puede comprar eso que le gusta compartiendo con los demás. Cuando veamos que el niño ya es capaz de prestar sus cosas de manera natural, iremos progresivamente dejando de darle este refuerzo social.Tablas de control conductual: es algo más elaborado, pero de gran eficacia. En ellas se escribe en un papel a la vista del niño: “he compartido” en una línea y “no he compartido” en otra; cada vez que haga alguna de estas dos opciones se anota en la tabla en su línea correspondiente. Si tiene alguna en lo positivo y realiza algo negativo, en vez de añadírselo es mejor borrar una positiva (lo mismo si sucede al revés). El objetivo es establecer un número de veces que tiene que compartir para recibir un premio que estará pactado de inicio; así tendrá una motivación enorme para conseguirlo y se esforzará.Existen muchas maneras de modificar una conducta, pero estas dos técnicas son las más sencillas y empleadas, ya que buscan aspectos positivos (premios) en lugar de negativos (castigos), lo que resulta mucho más agradable para todos y hace que el proceso de aprender a compartir sea menos conflictivo.Consejos para padres y educadoresDar el ejemplo: nosotros, los adultos, padres y educadores que rodeamos a los niños en su día a día somos el elemento clave para que aprendan las actitudes sociales más aptas para integrarse. Por lo tanto, debemos ejercer de modelo, servirles de referencia y compartir delante de ellos. Es decir, si ven que compartimos y que no somos egoístas, ellos lo verán como algo normal y tratarán de imitarnos. Ser un buen ejemplo es lo principal para fomentar en ellos la socialización y la solidaridad, y que aprendan a ser generosos.Normas a la vista: otra cosa que podemos realizar con los pequeños es llenar los espacios donde ellos suelen estar con carteles con las normas escritas y claras que queremos que sigan, incluso con algún dibujo (esto sólo si no saben leer aún). Así serán en todo momento conscientes de que existen dichas reglas en casa y las interiorizarán al verlas de manera habitual. En estos lugares tenemos que propiciar juegos colectivos para que los niños se vean en la necesidad de compartir.Jugar en grupo: la elección de las actividades y juegos es básica para que aprendan que deben compartir sus cosas con otros niños. Hay que buscar juegos cooperativos, como los rompecabezas, donde todos trabajen para encontrar las piezas y el éxito sea común; deportes colectivos donde se necesiten mutuamente; o cualquier otra actividad que permita socializar y compartir, y no habituarlos a juegos individuales.Turnos y posesiones: es importante que los niños entiendan conceptos como el de la posesión, ya que no pueden compartir algo que no es suyo. Por ejemplo en un parque no deja que otros niños se tiren por el tobogán, debe entender que el mismo no es suyo y puede jugar un rato, pero luego debe dejar que otro niño lo use. También conviene aclararle que prestar un juguete no significa que vaya a perderlo, sino que se puede jugar por turnos, y que luego el juguete volverá a sus manos para que pueda seguir divirtiéndose.Ser pacientes: por otro lado, es muy importante la observación. Debemos fijarnos bien en las actitudes que muestra el pequeño porque fácil darnos cuenta del conflicto cuando grita, discute y se niega a compartir sus juguetes o comida, pero tenemos que ver más momentos, porque perfectamente puede compartir siempre y no ser conscientes de ello, pero sí de cuando lo escuchamos pelearse con otro, lo que a la larga se convierte no en una anécdota puntual sino en un problema.En este sentido, tanto los padres, como los tíos, abuelos o profesores debemos interiorizar una serie de pautas para tratar con e
l niño a la hora de enseñarle a compartir:• Aceptarlo tal y como es, pero sin caer en el error de aprobar comportamientos erróneos para que se sientan aceptados.• Mostrar confianza en el pequeño para que de esta forma pueda llegar a confiar en sí mismo. Esto resulta indispensable para que llegue a ser autónomo.• Ayudarlo a desarrollar su capacidad de empatía para cooperar y compartir. Es decir, enseñarle a descentrarse, a salir de sí mismo, a ponerse en el lugar de los otros. Así conseguirá elaborar sus propios criterios de actuación.• No obligarlo a compartirlo todo, algunos objetos tienen un sentido especial y obligarlos a prestarlos puede suponer un problema mayor que el hecho de que no quiera compartirlo.• No amenazarlo por no compartir. Frases del tipo “si no lo compartes mamá no te querrá”, o “si no le prestas el juguete a tu hermano te lo tiro” no ayudan a que aprenda a compartir. Es mejor presentarle las consecuencias positivas que tiene el hecho de compartir su cosas con otros niños.A modo de conclusiónEs muy importante que mientras estén en el proceso de aprender a compartir se les tenga paciencia, no gritarles o castigarlos si no cumplen las reglas establecidas, poco a poco irán comprendiendo de qué se trata.Como padres también debemos aprender a respetar sus tiempos y procesos, no todos los niños son iguales así que van a reaccionar de distintas maneras. Son sólo algunas actividades para apoyarnos al momento de enseñar a compartir.Colaboración: Myrian Mabel BáezLic. en Psicopedagogí[email protected]
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