El diario italiano La Repubblica recoge la historia de Giulia Rinaldo, de nueve años, una de las víctimas del terremoto ocurrido la pasada semana en Italia. La pequeña murió por usar su cuerpo de escudo para proteger a su hermana de cuatro años, Giorgia.El funeral de Giulia, así como el de las otras 34 personas que fallecieron en la localidad de Ascoli Piceno, se celebró el sábado pasado. Encima del féretro de la niña un bombero dejó esta conmovedora nota de despedida.La carta contenía lo siguiente:“Hola pequeña. Sólo te di una mano para sacarte de esa prisión de escombros. Perdónanos por haber llegado demasiado tarde. Tú ya habías dejado de respirar cuando te encontramos, pero quiero que sepas que hicimos todo lo que pudimos para sacarte de las ruinas. Cuando vuelva a mi casa en L’Aquila, sabré que hay un ángel que me mira desde el Cielo y tú serás una estrella que ilumina la noche. Adiós, Giulia. Te quiero, aunque nunca me hayas conocido”.Solución educativaLos expertos empezaron a evaluar la viabilidad de las escuelas en la zona golpeada por el sismo que dejó casi 300 muertos en el centro de Italia.“Debemos dar inmediatamente a aquellos que han sobrevivido a esta tragedia una señal de esperanza y de vuelta a la normalidad” y la vuelta al colegio, debe ser “la primera señal”, declaró la ministra de Educación, Stefania Giannini.Pero, para que los niños puedan ir al colegio, hace falta que sus familias puedan seguir viviendo cerca durante los trabajos de reconstrucción. Actualmente unos 2.500 afectados viven en tiendas de campaña.
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