Disciplina y dedicación suelen ser los secretos de la mayoría de los logros y en los de la Escuela de la Familia Agraria (EFA) San Cristóbal, de este municipio, no es la excepción. Por eso recientemente compartió uno de sus mayores éxitos en la II Expo Rural de las Misiones; las pequeñas ovejas mellizas que viven en la institución y están al cuidado de los alumnos, que se preparan cada vez más en la cría de este tipo de ganado.Alumnos y profesores se ocuparon de acondicionar el espacio para que los ovinos, que aportó el campo La Armonía, sean parte de sus vidas. Así fue que estas “chiquitas” llegaron a la institución, junto a un casal de Hampshire down, una raza netamente carnicera, que se utiliza para cruzamientos y se adapta a cualquier tipo de campo y clima. Con ejemplares muy robustos y hembras muy prolíficas, que llegan a dar mellizos y trillizos; a quienes se suma una hembra más, producto de una cruza de razas.Como mucho de lo que hacen, este fue un trabajo a pulmón, que se concretó mediante el aporte de los docentes, que no se limitan a cumplir su función, sino que van un poquito más allá y, obviamente, el apoyo del director, Hugo Giménez.Una oportunidad, una salida laboral Esto y la incorporación de formación profesional, primero como “Operador de informática para la administración y la gestión” y, recientemente, en “Producción ovina y esquila” significan grandes avances para sus jóvenes once años, máxime si se tiene en cuenta que la región se proyecta cada vez más como un polo ovino.“La idea es, a través de la capacitación, formar mano de obra para la zona, ya que los productores nos plantearon que deben traer gente de Corrientes para trabajar, entonces es una alternativa y una nueva fuente de trabajo, tanto para alumnos de la EFA como para quienes quieran sumarse”, explicó la monitora y profesora de Derecho Mariela Claussen a PRIMERA EDICIÓN. Para inscribirse en “Producción ovina y esquila” no se requiere secundario y está abierta a chicos y adultos de Fachinal o alrededores, interesados en encontrar una salida laboral en “una zona en la que el ovino tuvo mucho impulso, principalmente desde la implementación de la Fiesta del Cordero”, dijo la docente.Además, “la gente de Lanas de Misiones está trabajando también en un espacio dentro del predio de la escuela, donde se efectúan capacitaciones y es a quienes se dona la lana”, aseguró.Compromiso con la sociedad“La idea es apoyar a los chicos y que tengan más posibilidades, lo bueno es que hay mucha gente preparada, cada uno en lo suyo y evidentemente la mayoría lo hace por vocación, de hecho llegar a la EFA es todo un tema, son nueve kilómetros de camino de tierra, para los profesores que tienen pocas horas no se justifica, pero despacito estamos logrando que la escuela crezca”, apuntó Claussen.Asimismo, explicó que “este año se cambió la alternancia, una semana dentro y una afuera, dado que nos pasaba que esas dos semanas en la casa eran como arrancar de cero, en cambio, así el ritmo pedagógico es otro” y enfatizó que a las clases se suman “actividades fuera del aula, tenemos un grupo que se llama sector productivo y de mantenimiento, por ejemplo, con el que reforzamos todo lo que es el trabajo con los animales, cerdos y ovejas, aves, y huerta; se está trabajando mucho y creciendo despacito, por una cuestión de recursos”.Y detalló que “tratamos de que lo teórico y lo práctico vayan a la par, ya que tenemos todas las materias del bachiller común más las Ciencias Agrarias, entonces hay que hacer el equilibrio”.“Ediliciamente y por cuestiones de cargo contamos con cinco cursos, de primero a quinto, con quienes las clases se desarrollan de 8 a 12 y se retoma a las 14, con un break para la merienda y actividades, porque no tenemos porteros, entonces los chicos, junto a los monitores, se encargan de la limpieza y demás, para después retomar las clases, hasta las 20, cuando tienen un momento para tomar un tereré, un mate, estar con sus celulares, que están prohibidos en el aula, por eso, cuando ingresan el lunes entregan el teléfono, que se registra, y tienen acceso a ellos de 13 a 14 y de 20 a 22”, subrayó.“Primer año es el que cuesta porque son egresados de diferentes primarias y tenemos algún que otro repitente y cada uno llega con costumbres distintas, no es lo mismo un chico de Garupá, con otro del medio de la colonia y otro de Virasoro o San Carlos. Es complicado por lo heterogéneo del grupo, primero y segundo cuesta un poco, en tercero es más tranquilo”.
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