Vecinos del barrio Sixten Vick de Oberá solicitan la construcción de veredas en la arteria de mayor tránsito, avenida Finlandia, reductores de velocidad y ampliación de la red de agua potable.La extensa avenida Finlandia, nace en avenida José Ingenieros y culmina en la calle Río Colorado, tiene más de dos mil metros de extensión. Asfaltada hace un par de años, es la principal vía de tránsito de los vecinos del populoso barrio. Si bien existe un pedido de informe a la gestión del gobierno anterior, hecha por uno de los residentes del lugar, Miguel Morales, sobre la empresa encargada del asfaltado, cuestionado por su calidad. Al momento no hubo respuestas. “La empresa que colocó la capa de asfalto sería del exsecretario de Desarrollo Urbano y su esposa, es lo que figura, sin embargo nunca me contestaron. Volví a presentar nota al intendente Carlos Fernández, testigo de mi lucha, pero tampoco me respondió”, expresó Morales.Más allá de dicha solicitud, los vecinos, organizados en Comisión Vecinal, esperan la construcción de las veredas, ya que los peatones deben transitar por la cinta asfáltica, lo que representa una situación peligrosa, principalmente, para los niños que van a la escuela del barrio, así también a las familias que concurren al Centro de Atención Primaria de la Salud, Caps, ubicado sobre la misma avenida. “Estamos trabajando con la Municipalidad. De a poco vamos asentando las cosas con la nueva gestión. Necesitamos las veredas y reductores de velocidad, el tránsito es constante y el peligro también. Lamentablemente vemos que muchos pasan a alta velocidad y tenemos miedo a que ocurra una tragedia”, manifestó Luis Schwanke, presidente de la Comisión.Según Schwanke el barrio tiene un crecimiento constante y en ese sentido las necesidades, pero hay problemáticas que vienen de larga data. “El agua potable sigue siendo un problema, hay familias que residen en el barrio hace más de veinte años y no tienen agua potable” subrayó.Máximo Benítez (73) afirmó que su lucha por tener acceso al líquido vital lleva más de veinte años. Vive en el barrio desde 1980.“Todos los que asumen me prometen lo mismo, nadie cumple. Cuando escucho que llega subsidio del Gobierno provincial para el turismo, para el deporte, me pregunto cuándo será que llegará para que pueda tener agua. Yo pago mis impuestos. Nos dijeron que iban a hacer un pozo perforado, pero tampoco pasó nada. Yo me ofrezco para hacerlo con pico y pala, que me autoricen yo lo voy a hacer solo”, señaló.La Comisión Vecinal coincide en que las necesidades son varias. Preocupa la seguridad, la falta de una plaza o lugar de recreación para los niños, entre otras, pero no tienen dudas en que el servicio de agua potable, es fundamental. “Es increíble que a esta altura debamos seguir peleando por el agua”, sostuvo otro vecino.
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