El cementerio “Jardín de Paz” de Jardín América llegó al límite de su espacio, al punto que se debieron utilizar algunos caminos internos para efectuar inhumaciones y dar respuestas a los vecinos de la zona. Hace tres años la comuna adquirió un predio de doce hectáreas, ubicado en la zona Sur de la localidad, y por estos días trabaja a destajo para poder habilitar el “Nuevo Jardín de Paz” que tendrá la modalidad de parque. El intendente de Jardín América, Oscar Kornoski, confió a PRIMERA EDICIÓN que el camposanto que nació con la ciudad, hace ya 70 años, “está saturado por el crecimiento poblacional desmedido”. Si bien se continuará utilizando el primero, los obreros municipales trabajan “contrarreloj” para poner el segundo en condiciones. Kornoski comento que cuando apenas asumió “fuimos a ver el lugar y me pareció el ideal para hacer un cementerio: con tierra roja profunda, ubicado en una loma, lejos del ejido urbano pero relativamente cerca. Conseguir un predio que se encuentre en un lugar razonablemente cercano es muy costoso. En esta ocasión coincidió la calidad del lugar y el precio porque es producto de una sucesión”.“Me tuve que hacer cargo de esta necesidad en infraestructura. No es que uno decide hacer un cementerio sino que la necesidad te lleva a tomar esa decisión. El crecimiento hace que tengamos que detenernos a dar esta respuesta a nuestra comunidad. Para mí era un desafió conseguir un terreno. Cuando se mencionaban hectáreas, hablaban de decenas de miles de pesos, pero con recursos del Iprodha y del Municipio se compró la parcela”, manifestó el jefe comunal. Cuando se comience a utilizar este nuevo espacio, situado sobre la continuidad de la avenida Nahuel Huapi, hacia la colonia Primavera, el cortejo fúnebre ya no tendrá que atravesar el trazado de la ruta nacional 12 para poder llegar a destino ya que las empresas de sepelio se ubican en el lado sur de la arteria nacional. “Eso es algo muy tedioso para quienes participan y para quienes deben aguardar que el paso se concrete”, indicó.También comentó que ya se hizo el cercado perimetral provisorio de la superficie debido a que había personas con claras intenciones de intrusar, por lo que la Comuna requirió el apoyo de efectivos de la Policía de Misiones y de Gendarmería Nacional. Se construyó la casilla de control, y se efectuó la preparación del suelo en el 70% de la superficie total (unas siete hectáreas). Las máquinas trabajaron en el rastreado, nivelado de la tierra que era ocupada por un viejo yerbal. Se retiraron las malezas y los montículos de basura y chatarras, propias de un predio abandonado, y se intenta controlar la proliferación de hormigas mineras, una plaga difícil de erradicar. Resta continuar con las tareas de parquizado y plantación de árboles autóctonos, el camino central y dotar los elementos mínimos necesarios, entre otros. El diseño incluye calles internas empedradas y asfaltadas y un sector para la capilla ardiente, a unos metros del portal. Hasta ese espacio solamente llegará el coche fúnebre porque el estacionamiento será externo sobre la avenida y calles laterales. Admitió que los cementerios son un grave problema para todos los municipios de la provincia. “Hay familiares que siempre visitan, sin embargo hay otros que dejan a sus deudos en el olvido por diversas circunstancias. Se verá las tumbas que se encuentren en estado de abandono y se citará a familiares a fin de regularizar la situación, como sucede en todas partes”, alegó.
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