El hombre con la ciencia investiga y trata de explicarlo todo, desde un ave que pasa hasta una piedra que tirada al aire cae, con la ciencia se predicen comportamientos, por ejemplo esa piedra que tiré hacia arriba seguramente caerá por su peso, por la fuerza de la gravedad que atrae todos los objetos hacia la tierra.Las leyes que gobiernan el mundo natural las descubrimos con la ciencia, no las creamos nosotros, ¡aunque a veces lo creemos!, estas leyes rigen inapelables desde el inicio de los tiempos como se mueve y desarrolla el universo, como la ley de gravedad.En nuestro universo hay sucesos cuyo comportamiento se puede predecir al observarlos, con fórmulas matemáticas, experimentos y cálculos estadísticos provistos por la ciencia, por ejemplo el movimiento de los planetas, o como crecen los humanos, o como se suceden las estaciones climáticas, o como funciona un auto e incluso como se comporta la luz.Fuimos educados para entender el funcionamiento universal como si fuera un motor o un reloj, armado con partes ensambladas armónicamente, creyendo que si entendemos cómo funciona cada una podremos entender el todo; donde los humanos con nuestra conducta y fin predeterminado somos parte de ese gran engranaje, como esa piedra que tiramos para arriba y que presuponemos caerá.Vemos al mundo compuesto de bloques mecánicos como el juego de Rasti, partes de la realidad que responden a una causa-efecto o “determinismo científico”, comparándose a una película en proyección, lo que estoy viendo es el presente, lo ya proyectado el pasado y lo que se va a proyectar el futuro.Como en la película todos coexisten y están ordenados de antemano, nosotros somos espectadores y participantes que desconocemos el futuro, pero creemos que está “indefectiblemente” delineado, por eso decimos ¡Y, está escrito!Con este razonamiento todo está bien “ordenado”, algunos creen que Dios creó las leyes naturales reveladas por experiencias místicas, aunque otros piensan que son leyes surgidas del azar, las cuáles debemos descubrir a través de la ciencia.¡Pero! hay algunas situaciones muy difíciles de predecir, son comportamientos caprichosos o erráticos, imposibles de predeterminar, como los pronósticos meteorológicos más allá de tres o cuatro días o el crecimiento de una población de insectos como las hormigas.Tampoco podemos encuadrar dentro de fórmulas matemáticas ni estadísticas el comportamiento o la dinámica de crecimiento de las poblaciones humanas, ni cómo funciona nuestra mente o como se desplaza un gas.Estudiando estos raros comportamientos surge la palabra “caos”, que significa desorden, desconcierto y capricho, aplicándose a múltiples situaciones, desde un lugar que está “patas para arriba” como mi cuarto de adolescente, hasta una vida sin sentido, también significa azar como el juego de la ruleta donde no sé qué número va a salir.Parte de la ciencia no cree en la división “orden-caos”, y dicen que sólo es cuestión de tiempo entender cómo se desplaza el humo o como se comporta una sociedad, que mientras avancen las investigaciones se sabrán todas estas cosas, como ahora se sabe el movimiento de los astros.El desarrollo de esta visión “Pre-Determinada” no dejará nada escondido sin saber el porqué, cuando, cómo, ni dónde, así que el clima o el cantar de un ave será entendido y traducido a una ley o regla, no habrá novedad, sólo falta tiempo y razonamiento humano.Así como sabemos que si tiramos una piedra hacia arriba caerá según lo predice la ley de gravedad, así será con todos los sucesos de nuestra naturaleza.Creer que todo está ordenado le dio el nombre de “Cosmos” a nuestro universo, que significa orden y armonía o comportamiento preestablecido, por lo que nos desconcertaría pensar que hubiera algo con un comportamiento irracional e impredecible.El “enemigo del orden” o “caos”, irrumpió hace muchísimo tiempo con “La Gran explosión o Big Bang”, pero ahora las cosas se van acomodando, somos un gran relojito con engranajes funcionando coordinadamente, donde cada uno sabe lo que tiene que hacer, sólo falta encontrar las leyes del orden y “sanseacabó”.El concepto de caos crea en nosotros una idea negativa, una visión de desorden donde las cosas funcionan mal, todo desacomodado y todo es ambiguo, pudiendo ir por un lado o por el otro, en un mundo en donde lo establecido y “correcto” es prioridad.Por esto si vemos algo o alguien que tiene un comportamiento “raro, incontrolable o caótico” le debemos dar tiempo a la ciencia para que descubra la causa de su funcionamiento.Lo que vemos en la realidad es que los objetos y sujetos a veces se comportan de forma ordenada y otras veces caótica, siendo difícil prever algunos comportamientos, pues son numerosas y complejas las influencias que sufren, que hacen prácticamente imposible entender su proceder, por ejemplo si hago un regalo a un amigo seguro obtendré una respuesta agradable, pero si pretendo saber su comportamiento dentro de diez años no lo sabré.Cada vida humana que transcurre en nuestra querida “Tierra”, es producto de innumerables hechos, sucesos y consecuencias, que lo impactaron en mayor o menor medida, por ejemplo si me fracturo la pierna alterará mi vida un tiempo siendo más tarde sólo un recuerdo, pero si pierdo un hijo este hecho me marcará tristemente de por vida.Todo suceso influye en nuestras vidas y en la de otros, aún mucho antes de nuestro nacimiento, por ejemplo mi herencia o carga genética determinará si voy a ser saludable o tendré predisposición a enfermedades como diabetes, cáncer, etc., que tienen que ver con la vida de los miles que vivieron antes.También será distinto si nací en África, Arabia o Argentina, o si hubo un accidente durante el parto por el cual falleció mi madre, o si una extracción tardía durante el parto me lesionó el cerebro disminuyendo mis capacidades intelectuales. Todos los sucesos que acompañan nuestro crecimiento explicarán, en parte, mi forma de comportarme y nos hará a cada uno distintos e impredecibles. Buscamos el orden y la claridad, pero también hay azar, desorden, confusión y riesgo, deberemos modificar nuestras creencias, para ver coexistir al “orden” con el “caos o desorden” y así entender mejor la realidad.Por J. L. Bazán – MédicoDeseo tu opinión: [email protected]
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