En silencio. Sin poder decir una palabra. Esa fue la reacción de Anahí Galeano (22) hace poco menos de un mes, cuando le avisaron por teléfono que había sido convocada para pasar dos semanas de entrenamiento en el Instituto Kodokan de Tokio, en Japón, cuna del Judo mundial. La posadeña, que conforma la selección argentina, no lo duda: “Es el sueño de todo judoca”.Al otro lado del teléfono estaba Daniela Krukower, entrenadora de la selección argentina. Es que Anahí tiene una dilatada trayectoria y actualmente es integrante del combinado nacional. Es más. Cuando recibió el llamado, durante los primeros días de mayo, acababa de llegar del Panamericano de Cuba.“Tengo mucha ansiedad, mucha expectativa. Por ahora puedo dormir, pero se acerca el momento de viajar y es una emoción importante”, dice sin poder esconder la sonrisa la judoca misionera, en diálogo con DE?PRIMERA, horas antes del viaje. El sábado volará a Buenos Aires y ese mismo día, por la noche, partirá de Ezeiza rumbo a Japón.Anahí participó en innumerables torneos nacionales e internacionales. Actualmente es campeona argentina en Sub-23 y en Seniors. Sin embargo, ninguna de esas experiencias es similar a la que va a vivir en Tokio, donde visitará y entrenará en la cuna del judo mundial, ni más ni menos.Galeano vivirá dos semanas de intenso entrenamiento en el Instituto Kodokan, un edificio de ocho pisos emplazado en Tokio que fue fundado por el propio Kano Jigoro, creador del Judo, en 1882.Sería algo así como la “meca” de los judocas de todo el planeta: en él hay actualmente 1.206 tatamis y se dictan cursos intensivos a deportistas de los cinco continentes.Justamente, Anahí formará parte de una delegación de diez judocas de la selección argentina que viajarán para capacitarse y mejorar sus técnicas.Entre ellos estará Paula Pareto, que ganó notoriedad tras alcanzar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing, en 2008, y que irá a afinar los últimos detalles antes de su presentación en Río 2016.El sueño olímpico que la “peque” vive es también la ilusión que sostiene a Anahí de cara a lo que se viene. “Después de esto, el sueño es participar en unos Juegos Olímpicos”, dice Galeano que, casualmente, sueña con volver a Tokio para la esa cita, la próxima, que se realizará en 2020. “Ya empezamos a trabajar para eso, es un proyecto a cuatro años y ese es uno de los objetivos”, admite ante DE?PRIMERA Víctor Galeano, entrenador y padre de Anahí, y uno de los referentes del judo en Misiones.La experiencia en Japón será inolvidable, y no sólo en lo referente a lo deportivo. Es que la joven misionera, que estudia el tercer año de la carrera de Recursos Humanos, pisará por primera vez la tierra del “sol naciente”. “No sé hablar una palabra en japonés, pero el judo es un idioma universal. Va a ser una experiencia muy valiosa”, admite entre risas la misionera.El sábado será un día inolvidable para ella. De Posadas a Buenos Aires. Y de Ezeiza a Tokio. Allá, la cuna del judo mundial espera por ella.Conceptos para tener en cuentaLa palabra “Judo” proviene del japonés y, básicamente, hace referencia a dos conceptos. “Ju” tiene que ver con la armonía, mientras que “Do” es el camino. Justamente por eso es que los judocas dicen que su disciplina es la búsqueda del camino hacia la armonía o lo armonioso.Sobre la indumentaria, los judocas visten el “Judogui”, que originalmente es blanco. Ese color tiene una explicación, ya que representa “la pureza, nobleza, lealtad y transparencia, todos esos valores muy arraigados en el Judo”, explica a DE?PRIMERA Víctor Galeano.“El Judo es un lenguaje universal”, afirma Anahí Galeano, que se prepara para vivir una experiencia única.
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