Insaciables, las prestadoras del "servicio" de transporte urbano de pasajeros en Posadas, Garupá y Candelaria no están dispuestas a achicar sus márgenes de ganancia ante la escalada inflacionaria, por lo que esperan que nuevamente sean los usuarios los que sostengan el crecimiento de las finanzas del grupo, aún pese al costo social de semejante pretensión. Por ello, este martes reclamaron públicamente una <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/219980/voracidad-sin-limites-el-grupo-z-quiere-el-boleto-a-10-pesos-en-posa.html">nueva "actualización tarifaria" que lleve a 10 pesos el precio del boleto en Posadas.</a> Las reacciones en contra no se hicieron esperar, aunque también se percibe un dejo de resignación.Según cree el concejal Miguel Acuña, presidente de la comisión de Tránsito y Transportes del Concejo Deliberante posadeño, “cuando las empresas hacen este show es porque ya tienen todo atado con la Municipalidad y el Gobierno provincial”, por lo que es “inaceptable” que sigan “tomando de tontos a los ciudadanos”. “El costo social de un nuevo incremento es un atentado contra los trabajadores y si desde la Municipalidad inician el proceso de convocar a una nueva audiencia, va a ser una nueva falacia”, disparó el edil en diálogo con PRIMERA EDICIÓN antes de reclamar que el poder concedente vuelva a poner en manos del Concejo la potestad de fijar el costo de las tarifas. Desde la Defensoría del Pueblo sostienen que se opondrán “fuertemente” a cualquier intento de recargar más a los usuarios durante este año con un argumento contundente: “Cuando se les autorizó la última suba por decreto, el artículo 2 de ese instrumento condicionó a las empresas a mejorar sustancialmente el servicio, pero eso no ocurrió, por lo tanto no hay justificativo ni fáctico ni legal para seguir dándoles más beneficios”, señaló Alejandro Cohen, titular de la Defensoría. El concejal radical Martín Arjol también consideró “inviable” que las empresas pretendan otro incremento este año y que la Municipalidad se lo conceda “porque la discusión está cerrada y así debe quedar”. “La gente está haciendo un gran esfuerzo para sostener su economía, los tiempos y el contexto exigen sacrificios, pero estas empresas no quieren perder pese a sus márgenes de ganancia”, finalizó. Todo para ellasLas cuatro empresas del Sistema de Transporte Urbano y Metropolitano (Situm) que prestan servicios en Posadas, Garupá y Candelaria, recibieron en 2015 unos 220 millones de pesos desde la Nación, tanto en aportes en efectivo para subsidiar la tarifa, como en el descuentos en la compra de gasoil por el cual pagan un precio diferencial y notoriamente más barato que el resto de los ciudadanos. Este año, con el 37% de incremento que anunció el gobierno nacional en los subsidios, recibirán 80 millones de pesos más que el año pasado. Sólo estas cuatro firmas se quedan con el 40% de los recursos que ingresan a Misiones por subsidios nacionales, mientras que otras 47 empresas que también brindan servicios de transporte urbano en distintos pueblos del interior, tienen que conformarse con repartirse el 60% restante. Esta situación de clara posición privilegiada se agiganta: las cuatro firmas antedichas (Casimiro Zbikoski. Nuestra Señora del Rosario, Tipoka y Bencivenga) también son las únicas en la provincia que cobran subsidios provinciales y de la Municipalidad de Posadas. El cuadro se completa con un irregular sistema de determinación de tarifas: la Comuna posadeña aprueba los aumentos por decreto, pero antes convoca a una “audiencia pública” donde los usuarios hacen catarsis, pero no sirve para nada más.
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