Con el plástico de una impresora se pueden producir alrededor de siete peines para cabello. Este será el primer producto que generen con la inyectora de plástico que están construyendo los integrantes de la Cooperativa de Reciclaje Electrónico. También buscan fabricar mangos de destornilladores y otras herramientas. De ese modo podrán reciclar el plástico que extraen de las impresoras, computadoras y teclados que reciben a diario en el taller que funciona en la propia casa de Cristian Salas, creador de la cooperativa a principios de 2014.Cada uno de los nueve integrantes desarma entre dos y tres impresoras y computadoras por día. Dado que no viven exclusivamente de esto, suelen ir al taller dos o tres veces por semana. “De momento no tenemos transporte para pasar a retirar los equipos que nos donan por eso pedimos a los particulares que los traigan al taller”, dijo Salas. El mismo se ubica en Santa Catalina 5.132 de Posadas.Actualmente tienen lista de espera para recibir computadoras de instituciones como ministerio de Ecología y de Educación.Con equipos que funcionaban parcialmente armaron dos computadoras que ahora quieren donar a una ONG. A reciclar se aprendeLos sábados la cooperativa se reúnen a planificar acciones y preparar las charlas para ir a las escuelas.“Visitar escuelas es una parte importante de este proyecto. Hablamos con los estudiantes y vemos cuenta que ellos ya han incorporado el reciclaje, ya saben que se pueden reusar las cosas que en nuestra época solo se tiraban”, indicó a PRIMERA EDICIÓN Salas. Egresado del Instituto Janssen, destacó que están armando un convenio con esa institución para trabajar en forma conjunta y colaborar, por ejemplo aportando las placas que deben usar en los talleres. “Generalmente los chicos tiene que comprar las plaquitas para hacer los trabajos. La idea es poder brindárselas desde la cooperativa para que reusen las que rescatamos”, dijo.Una red de recicladoresEsta cooperativa es la única en el país abocada a desarmar, reciclar y vender residuos electrónicos. En Rosario, Santa Fe y en Buenos Aires hay empresas dedicadas al rubro con las que se han contactado y esperan poder visitar. “Esas empresas exportan las placas a Japón y allí se reciclan. Nosotros estamos juntando de a poco para mandar en un camión a Buenos Aires. Tiene que ser por cantidad para que podamos pagar el envío que es muy costoso”, dijo Salas. Creciendo de a pocoMensualmente reciben entre 40 y 50 gabinetes de computadoras (CPU) y cerca de 80 impresoras. “Monitores no estamos recibiendo porque tienen sustancias contaminantes como el plomo y necesitamos condiciones adecuadas para desarmarlos”, dijo Salas. Las chapas de las CPU se venden en Posadas. Las cambian por alambre galvanizado. “Vamos a producir alambre tejido con una maquinita para poder vender”, agregó.Fotos: Gentileza Cooperativa de Reciclaje Electrónico
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