Desde tiempos remotos, el condón fue parte de la humanidad y, al igual que ella, aunque como un tema tabú hasta no hace mucho, fue evolucionando en su confección y difusión, al punto de poder adquirirse prácticamente en cualquier lado y a bajo costo y de celebrar su día, que se conmemora cada 13 de febrero, en la víspera del Día del Amor o San Valentín. El uso del preservativo enfrentó muchos enemigos en la historia, entre ellos hombres, y mujeres también, que prefirieron el riesgo escudándose en frases como “no se siente igual”, “me da alergia”, “me aprieta”, “el tiempo que tarde en colocarlo mata la pasión” e, incluso, la Iglesia, en relación a los métodos de anticoncepción antinaturales, pero supo hacerse un lugar en la sociedad mientras los fabricantes se ocuparon y ocupan de mejorarlos día a día.Y, mientras la Organización Mundial de la Salud da cuenta de que actualmente más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS) y estima que, anualmente, unas 357 millones de personas contraen clamidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis; más de 500 millones de personas son portadoras del virus que provoca el herpes genital tipo 2 (HSV2) y más de 290 millones de mujeres están infectadas con el virus del papiloma humano (VPH), organizaciones ligadas a la salud trabajan arduamente en que el condón esté al alcance de todos.Si bien queda mucho trabajo por delante, relatos como el de Gustavo, de 45 años, dan cuenta de los grandes avances logrados en los últimos tiempos. Es que, según cuenta, en sus épocas de adolescencia y juventud “sólo se vendían en las farmacias, en Apóstoles había una sola y la atendía un señor mayor. El primer reto era entrar al negocio y que no hubiera nadie, pedir un preservativo frente a otro cliente, en especial si se trataba de una mujer, se asemejaba a un acto suicida”.Pero no todo terminaba aquí, “si tenías la suerte de estar solo frente al farmacéutico y que la vergüenza no te traicione y termines pidiendo una aspirina, sabías que comenzaría el interrogatorio: ‘y vos para qué queres esto, váyase a mudar’ te decía. Y entonces se presentaba otro dilema, darse media vuelta y quedarse con las ganas o insistir”, dijo Gustavo.Y añade “era quedarse con las ganas, literalmente, porque antes creo que éramos más conscientes, teníamos terror a dejar embarazada a la chica, al punto que optábamos por no hacer nada”.Mientras que el relato de un hombre una década más joven muestra otra realidad. Cristian, de 35 años, aseguró que “en tercero o cuarto año teníamos una profesora que le ponía un 10 a quien se anime a cruzar a la farmacia y comprar preservativos. Obviamente, con tal de obtener una buena nota, dejábamos atrás la vergüenza”.“Era casi normal subir las escaleras hasta el curso acalorados por el momento pasado en la farmacia, donde para completar atendían mujeres y la cajita guardada en el bolsillo del pantalón, rogando que no se note que era lo que llevábamos”, dijo lanzando una carcajada.Y recordó que “la profesora nos daba el dinero, ahora que lo pienso, nos proveía de preservativos, porque obviamente nos los quedábamos, generalmente los repartíamos entre los compañeros”.Finalmente, Gustavo reflexionó que “hoy en día es otra cosa, no sólo se consiguen en el quiosco, el supermercado, la farmacia, las estaciones de servicios, en todos lados, sino que hasta existe la libertad de elegir y de repente te encontrás con un adolescente deliberando entre súper fino, texturado o con tachas”.Había una vez… un condónDesde tiempos lejanos, el hombre buscó la forma de no exponerse a embarazos no deseados o a contraer alguna infección de transmisión sexual y buscó opciones. Este es un rápido recorrido por la historia del condón, desde sus orígenes hasta nuestros días.? Una tripa de animal anudada en un extremo fue uno de los primeros prototipos de condón usado por los egipcios desde el año 1000 A.C.? En Europa, la evidencia más temprana del uso del condón se observa en las pinturas de la cueva en Combarelles, en Francia.? Gabrielle Fallopius -su nombre atribuido a las femeninas trompas- dio un uso profiláctico al condón. Diseñó una envoltura hecha de lino y fue ensayada con 1.100 hombres, ninguno de ellos se infectó con sífilis.? En 1766 muchos comercios publicaban panfletos y anuncios sobre el condón útil como profiláctico y anticonceptivo.? Casanova, amante legendario del siglo XIX, fue un usuario regular del preservativo al que se refería como “Redingote Anglaise” (capa inglesa de montar a caballo).? En el siglo XIX los japoneses usaban el “Kawagata” o “Kyotai”, condón hecho de cuero fino y el “Kabutogata” otra variante de condón realizado del caparazón de tortuga o de marfil.? En la década de 1840 el condón de goma fue desarrollado al poco tiempo de la creación del caucho vulcanizado, desarrollada por Goodyear y Hancock. ? La vulcanización convierte al caucho en un material elástico y fuerte.? En los años 30 se inicia la fabricación líquida del látex, la base para la fabricación de condones hasta hoy.? Desde los 90 en adelante, la nueva tecnología mejoró y permitió la producción de versiones mucho más sofisticadas.? En 1993 surge el preservativo femenino para su inserción en la vagina.En el año 2000, los condones más antiguos del mundo fueron expuestos en el museo Británico de Londres, datan de los siglos XVI, XVII y XVIII; miden 34 mm de ancho, los actuales miden 52.
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