En la actualidad hasta los curas se suman a las bondades de la tecnología para llegar a los fieles y más cuando están en lugares alejados como Marcelo Szyszkowski, quien está en la parroquia de Salto Encantado. Más de mil personas, amigos y fieles reciben sus mensajes de audio en los que está la lectura del Evangelio y una pequeña reflexión para comenzar el día o finalizarlo -según el horario en que lo escuchen- con una bendición. A esos mil contactos se suman otros tantos con los que cada contacto del sacerdote vuelve a compartir, ya sea con otros amigos o miembros de la familia.Esto de la tecnología no es fácil porque el cura no solamente tiene que grabar el mensaje sino que además tiene que buscar la hora y el lugar adecuados para encontrar señal y así poder enviar su mensaje. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN Marcelo contó que “todo comenzó en junio de 2015 cuando una fiel católica me pedía el audio del cura de Tucumán. Como yo no lo conozco, no tenía su contacto así que se me hacía difícil conseguir el mensaje. Justo estaba conmigo un amigo que me dijo: “¿y por qué no lo haces vos?”, “¿te parece?” (pregunté) y fue tan entusiasta su “¡sí!” que entonces le pedí que me enseñara cómo”. Al principio no le fue fácil porque “tenía un celular muy viejito así que lo cambié” y luego fue mejorando sus envíos porque vio que enviar un audio era más seguro que lo escuchen y no que el mensaje sea escrito porque “la gente está vaga, ya no quiere ni leer y a veces ni escuchar”, pero él envía a sus mil contactos que no son solamente de Misiones sino que también son de otros países como Brasil y España; y está convencido que “el que quiere escuchar lo hace o si no que lo elimine y listo”. Algunos le pedían solo la reflexión del día, pero Marcelo aclara que “la que enamora es la palabra de Jesús, lo que diga el cura no es tan importante como la Palabra. Es Jesús el que te enamora”. Entonces, sus audios mejoraron con una aplicación para editarlos, que también tuvo que aprender a usar. “Ahora le sumo algo de música, si tengo un tiempito a la noche grabo para tener para el día siguiente, y si tengo más tiempo grabo varios” y agrega que “también comparto videos lindos y alguna información parroquial”.A partir de sus audios evangelizadores, “al principio todos me respondían, pero ahora ya no. Solamente me escriben cuando tienen alguna consulta, cuando necesitan oración o cuando fallece un ser querido. Algunos me dice que les cambió la vida, otros me piden bendiciones; uno me dijo: ‘al fin mi teléfono sirve para algo bueno’”. Y de esta forma, el sacerdote reconoce que tiene “un medio más para llegar a más fieles”.
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