• La Cumbre de París es la 21ª reunión anual de los países que quieren tomar medidas en contra del cambio climático. Se celebra Le Bourget, cerca de París, entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre con un gran despliegue de seguridad.• El objetivo es llegar a un acuerdo global, basado en medidas concretas, que mantenga el calentamiento global por debajo de los 2 grados de aquí a final del siglo XXI. También se diseñarán los mecanismos para evaluar la progresión de esas medidas y para reajustarlas en caso de que no funcionen que se alcance el objetivo.Lo acordado en este sentido en la cita es especialmente relevante porque están involucrados la mayoría de los países, que llegan con objetivos concretos a alcanzar y con voluntad activa de llegar a acuerdos.• La cifra de 2 grados no es aleatoria. “La Tierra no puede calentarse más allá de los dos grados de media en 2100. En caso contrario sería absolutamente inmanejable”, dijo la responsable de cambio climático de la ONU Christiana Figueres. Una variación superior a esa tendrá serias consecuencias, como, por ejemplo, un aumento en los eventos climáticos extremos.• A pesar de la buena disposición general, no será fácil llegar a un acuerdo definitivo. En toda negociación se cruzan intereses, y eso puede hacer peligrar el objetivo común. Por ejemplo, estas medidas podrían suponer que aumente el precio de los carburante, que los países cuyas industrias están basadas en los combustibles fósiles se desarrollen más lentamente, o que disminuya el negocio para aquellos que viven de la exportación de combustibles.Además existe cierta controversia sobre la financiación para proyectos de mitigación de los efectos del cambio climático en los países más vulnerables y sobre si hay que diferenciar entre países ricos y pobres a la hora de exigir responsabilidades.• El acuerdo que se alcance en París sustituirá al protocolo de Kioto, que sólo incluía a un grupo de países industrializados que representan el 11% de las emisiones. El nuevo acuerdo recogería compromisos para todos los países y cubriría prácticamente el 100% de las emisiones de gases con efecto invernadero.El tratado, además, no impondrá metas individuales de reducción de CO2. Cada país voluntariamente presentará compromisos de reducción de emisiones, de hecho, más de 170 lo han hecho. Entre ellos figuran todas las principales potencias económicas del mundo.• La presión ciudadana a los políticos para que se preocupen por el medio ambiente ha provocado que se empiecen a tomar medidas en este sentido. Además, 200 multinacionales han pedido a los estados participantes que pongan precio al carbono, y el papa Francisco ha dedicado una encíclica al cambio climático, considerando “una cuestión moral” luchar contra él.• Un actor tan importante como Estados Unidos ha cambiado su postura y Barack Obama ha asumido un papel líder en la lucha contra el cambio climático. Como ejemplo, en noviembre de 2014, Estados Unidos y China anunciaron su compromiso a reducir sus emisiones con efecto invernadero un 28% para 2025 y a dejar de aumentarlas cinco años después.• Las negociaciones se han centrado en tres aspectos:- Que los países presenten sus propuestas y contribuciones antes de la propia Cumbre como demostración de su implicación en este compromiso.- Que se ayude a las economías en desarrollo y se contribuya a la transición hacia modelos productivos bajos en emisiones de aquí a 2020.- Que la sociedad civil y los organismos no gubernamentales, incluidas las empresas, se involucren en estos objetivos para que en 2020 todos los actores empujen en la misma dirección.
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