Al menos cuarenta intelectuales y artistas latinoamericanos y españoles, entre ellos Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Félix de Azúa, Andrés Trapiello, Santiago Roncagliolo, Fernando Iwasaki o Alberto Barrera, firmaron el manifiesto Intelectuales por la libertad en Venezuela que se presentó ayer en Madrid en el que solicitan al Gobierno de Caracas que respete los derechos humanos, la libertad de expresión y el resultado de las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 6 de diciembre en ese país.El <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/208498/venezuela-asesinaron-a-un-dirigente-opositor-en-acto-de-campana.html">asesinato a tiros, en la tarde del pasado miércoles, del dirigente opositor</a> de Acción Democrática, Luis Manuel Díaz, mientras participaba en un mitin electoral, junto a Lilian Tintori, esposa del líder preso de Voluntad Popular, Leopoldo López, exacerbó todos los ánimos, a menos de diez días de unos comicios cruciales. “Repudiamos la politización de los poderes públicos, que impide que exista un control del presidente, una justicia real y un árbitro imparcial electoral, que garantice el cumplimiento de la Constitución”, reza el inicio del texto que alerta sobre la “corrupción que se ha instalado en Venezuela” y “el derrumbe de las instituciones”.El manifiesto que, según los organizadores, surgió de forma espontánea tras la muerte de Díaz, forma parte de los actos de la llamada “Caravana por la Libertad en Venezuela” que en los últimos días recorre Lisboa y Madrid con distintas actividades. El viernes por la tarde, en el Círculo de Bellas Artes de la capital española, siete intelectuales y artistas venezolanos -los escritores Alberto Barrera, Domenico Chiappe y Juan Carlos Méndez Guédez; el cineasta Oscar Lucien, el fotógrafo Alexander Apóstol, la cantante lírica Elvia Sánchez y la artista plástica Diana López, hermana de Leopoldo López- comparecieron para denunciar la grave situación que vive el país. “Los disparos contra Luis Manuel Díaz responden al ‘como sea’ de Nicolás Maduro para ganar las elecciones”, aseguró Barrera.La iniciativa está promovida por Maite Pagazaurtundua, portavoz de UPyD en el Parlamento Europeo, también firmante del manifiesto, y por el eurodiputado portugués José Inazio Faria, del Partido da Terra. Los autores de la carta hacen referencia a la inseguridad ciudadana en Venezuela que, según sus palabras, funciona como un sistema de “coacción social” y aluden al sistema que obliga a los ciudadanos a registrar su huella digital en máquinas controladas por “aparatos de represión estatal” para las actividades más básicas, desde el derecho al voto hasta la compra de alimentos.Con todo, la mayor demanda de los firmantes -algunos obligados a vivir fuera del país por la situación política, por lo que piden la vuelta de los exiliados- es que el Gobierno de Maduro, cuyo régimen califican de “estado de indefensión”, respete la disensión y una ley de amnistía para presos políticos -que se calculan en decenas- y ciudadanos comunes cuyo único delito ha sido expresar una opinión discordante en las redes sociales.Ida y vueltaLa campaña electoral venezolana se convirtió en un contrapunteo de versiones sobre el asesinato del dirigente opositor Luis Manuel Díaz, ocurrido la tarde del miércoles en un acto político celebrado en una pequeña ciudad de los llanos centrales. El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela y la Mesa de la Unidad Democrática, las dos fuerzas mayoritarias que se enfrentarán dentro de poco más de una semana en los comicios parlamentarios, se acusan mutuamente de fomentar el caos y el desorden contratando delincuentes para intimidar a sus adversarios.El jueves el chavismo pasó a la ofensiva para tratar de liquidar la reputación de Díaz, a quien asocian con la violenta dirigencia sindical surgida paradójicamente al amparo de la llamada revolución bolivariana. Fue una respuesta a la extendida condena que ha recibido la violencia política surgida en quince días de campaña electoral. La primera advertencia correspondió al presidente Nicolás Maduro. En medio de un acto con campesinos y pescadores el jefe del Estado hizo una digresión para revelar que las primeras investigaciones sugerían que la muerte de Díaz era la consecuencia de un ajuste de cuentas entre grupos rivales.Un poco más tarde el jefe del comando de campaña Bolívar-Chávez, Jorge Rodríguez, amplió esa versión y dijo que Díaz, secretario general municipal del partido Acción Democrática, era parte de la banda “Los Plateados”, y que su muerte significaba la desaparición de la supuesta organización criminal. Y después el gobernador del estado Guárico, el oficialista Ramón Rodríguez Chacín, ha dado detalles sobre las supuestas andanzas de Díaz. Lo llamó por su apodo, alias “La Crema”, mencionó su estadía en una peligrosa cárcel estatal, la Penitenciaría General de Venezuela, y su relación con un alcalde opositor perteneciente a Voluntad Popular, el partido político que lidera desde la cárcel Leopoldo López.Las tres intervenciones sugieren que el Gobierno intenta atajar la idea que lo relaciona con la promoción de la violencia política a través de los llamados colectivos, las organizaciones de base chavista que, tras la fachada de trabajo social en los sectores pobres, también actúan como grupos de choque en vísperas de elecciones o protestas opositoras.
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