En el primer semestre de este 2019, el INDEC registró un 25,4% de los hogares y un 35,4% de las personas en situación de pobreza. Asociada a la falta de trabajo de los adultos, o a los trabajos de baja calidad y baja productividad, la pobreza llegó a alrededor de 15 millones de personas. Actualmente, afecta al 52,6% de chicos que tienen entre 0 y 14 años.
Una encuesta presentada por Leticia Muñiz Terra, investigadora de la Universidad Nacional de La Plata y del Conicet, evidenció el cambio estructural y social que se vive en la Argentina desde hace varias décadas. Asimismo, en un sondeo a trabajadores de la economía informal, trabajadoras domésticas y cuidacoches, se comprobó que tenían experiencias disímiles en el sistema educativo, una alta rotación en sus trabajos y salarios muy bajos.
Lo que tienen en común todos ellos, en general, es haber vivido una desigualdad en el ámbito educativo a partir de diversos factores: la ocupación (o falta de ella) de sus padres, los útiles, la vestimenta, el hogar donde habitan, el origen étnico. “Es necesario recuperar la conexión entre las clases. No hay un lugar de encuentro, de lazo social, y así no se puede construir una sociedad en la que todos podamos participar como ciudadanos”.
Más y mejores pasantías
“Necesitamos en la Argentina una lógica en la que la educación esté unida con la lógica del trabajo”, dijo durante el encuentro Jorge Colina, director de Idesa. “En el mundo esto se llama sistemas de transición de la educación al trabajo. Se trata de guiar a los alumnos para que comiencen su siguiente recorrido pensando en su futuro”, agregó.
“En países de Europa como Alemania, Austria o Suiza se va analizando qué alumnos van a ir a la universidad y la posibilidad de la educación dual para los que van a seguir en el mercado laboral”. La educación dual, ya desde la secundaria, provee conocimientos para insertarse rápidamente en el mercado laboral, pero tiene una fuerte base de entrenamiento para le trabajo dentro del ámbito de las empresas.
“Hoy tenemos una ley de pasantías, la ley 26.427, que es de 2008. Se aplica solo a la educación superior, es una relación no laboral, es por un máximo de seis meses, pero renovables por seis meses más y estipula que solamente se pueden hacer pasantías durante 20 horas semanales”, detalló Colina. Para las pasantías en la secundaria existe un decreto de 2011, “aunque esto está en el ámbito de las provincias, que son las que manejan las escuelas secundarias”, dijo.
Se trata de una herramienta muy buena para que haya un importante entrenamiento profesional, además de una valiosa experiencia laboral, pero que hay que ajustar ya que ni las instituciones educativas ni las empresas se ven “tentadas” a llevarla adelante.
Fuente: Agencia Nacional de Noticias La Nación