Las 41 familias del barrio Milagros de esta ciudad, que hasta hace muy poco sacaban agua de pozos artesanales y “pasábamos días y hasta semanas sin agua en las temporadas de sequía”, cuentan ahora con un pozo perforado que las provee del líquido vital de forma segura para su consumo.
Luego de muchos años de gestiones, la semana pasada, la Municipalidad sanvicentina mandó a construir un pozo perforado para este asentamiento, instalado en un remanente de la ex ruta nacional 14, y colocó un tanque elevado de 3.000 litros para asegurar la provisión a todos los vecinos del lugar.
El conglomerado se formó hace unos cinco años, cuando un grupo de familias ocupó el predio de dominio municipal. Hoy cuentan con luz eléctrica, agua potable y esperan que el Municipio haga la mensura para poder legalizar su situación habitacional.
“Sufrimos mucho”
Irene Bernal, presidente de la comisión barrial, es la encargada junto a otros beneficiarios del control y el manejo del nuevo sistema de agua potable del Milagros. “Agradecemos al intendente por haber escuchado nuestro reclamo de todos estos años.
La semana pasada terminaron de hacer el pozo perforado y el sistema de distribución -que hicimos entre los vecinos- y por fin tenemos agua potable”, confirmó la mujer mientras esperaba sentada cerca de la bomba a que se llene el tanque de agua.
“Sufrimos mucho en este barrio. Hace cinco años que entramos acá porque no teníamos dónde ir a vivir. Primero estuvimos con custodia policial por un tiempo, luego dos años sin luz eléctrica y ahora por fin conseguimos el agua potable. Tenemos nuestra plaza que cuidamos entre los vecinos. Ahora nos falta que nos mensuren la tierra”, mencionó.
Las más de 40 familias que ahora ocupan el agua potable del pozo perforado sufrieron mucho la necesidad del agua para el consumo y la limpieza. “Pasábamos días y hasta semanas sin agua durante las temporadas de sequía. Encima no hay vertiente cerca para poder conseguir agua”, recordó.
El nuevo pozo que construyó la Municipalidad tiene 88 metros de profundidad. El sistema cuenta también con un tanque de 3.000 litros elevado en una estructura metálica y una red de mangueras que construyeron los vecinos con ayuda de la Municipalidad.
Una comisión de vecinos es la que se va a encargar de administrar con el cobro del servicio y el pago de la factura de luz. También debe encargarse en el caso de que haya algún problema técnico en la bomba.