Ubicados dentro del departamento de Eldorado, la comunidad mbya guaraní Ysyry intenta fortalecer la educación de los más jóvenes a través del aula satélite de la escuela intercultural bilingüe 956. El inconveniente está en que cada año más niños ingresan al sistema educativo y se han visto desbordados. Como sólo tienen un salón, los docentes tuvieron que dividir la cantidad de alumnos por turnos porque no entraban todos los grados en un mismo espacio. En el nivel secundario, son 17 los estudiantes que esperan novedades sobre una infraestructura propia, ya que los integrantes de la comunidad tuvieron que edificar por su cuenta un espacio para las clases.
PRIMERA EDICIÓN se contactó con el cacique de Ysyry, Dalmacio Ramos -Karai en idioma guaraní- quien además es auxiliar docente de la escuela intercultural bilingüe, quien contó que “la central de la escuela se encuentra en la comunidad aguai poty, pero contamos con un aula satélite donde actualmente enseñamos a 50 chicos. En ese sentido aumentó la cantidad de alumnos desde el año pasado porque muchos chicos que pasaron desde el nivel inicial al primario, entonces ahora el espacio nos quedó muy pequeño”.
Fue durante las últimas semanas donde se acordó buscar soluciones para esta problemática que atraviesa este pueblo mbya guaraní. “Hubo reuniones entre los padres de la comunidad y los representantes que están bien al tanto de las necesidades por las que atraviesa la escuela. Fue así que se inició un reclamo por la falta de aulas para los chicos. En conjunto con los docentes que vienen a enseñar en la comunidad, tuvimos que llegar a un acuerdo para dividirnos entre el turno mañana y tarde. Con eso, buscamos que los niños estén un poco más cómodos pero igual no es suficiente el espacio con el que contamos”, remarcó.
En materia educativa, Dalmacio Ramos explicó que a la hora de enseñar “como doy las clases por la mañana, nos abocamos a la cultura mbya guaraní y la enseñanza de la lengua para fortalecer a la comunidad. Para ello, coordinamos con la directora un espacio brindar un respeto por la naturaleza y el agradecimiento -el saludo- por todas las cosas que nos brinda. Luego de eso concurrimos a las aulas para la escritura y los exámenes en su momento. A nivel educativo, brindar las clases a los alumnos ahora nos está costando un poco porque solo tenemos un aula para compartir entre todos los grados, de primero a séptimo. La única divisoria que tenemos entre todos los niveles son las mesas, porque hasta el pizarrón tenemos que compartir para dar los temas a los chicos”.
Asimismo, “el reclamo está presente también por el tema de la secundaria. Contamos con un aula satélite en la comunidad Ysyry del IEA 5, que está aparte de la escuela primaria. El año pasado, los profesores trajeron desde la escuela núcleo las mesas y las sillas pero no contamos con aulas propiamente dichas. Hasta el momento son 15 los chicos para el nivel secundario y desde la apertura de esta opción aún no se planteó la construcción de un edificio adecuado. Además, sólo funciona primero y segundo año, es decir, que necesitamos la apertura de los niveles de tercero y cuarto año porque hasta el momento no tenemos novedades de ese tema. Para que los chicos puedan dar las clases, se conformó una unidad cultural dentro de la comunidad Ysyry, se trata de una casa grande que la trabajamos con los integrantes de la comunidad. Este lugar funciona además para recibir a las personas que visitan este lugar”.