La reactivación de los estudios de factibilidad para la construcción de la Usina Hidroeléctrica Itapiranga, que se ubicaría en esa ciudad del estado de Santa Catarina (Brasil), generó la reacción de grupos ambientalistas y de funcionarios pertenecientes a los diferentes municipios que se verían afectados en caso de concretarse esta obra sobre el río Uruguay, donde siguen atentamente la evolución del proyecto Garabí-Panambí, retomado por los presidentes Mauricio Macri (Argentina) y Jair Bolsonaro (Brasil).
Pasaron tres años desde que la empresa que tenía a su cargo los estudios ambientales para la construcción de la nueva central hidroeléctrica, cesó sus actividades por motivos que no quedaron del todo claro y que le costó varios millones de reales al Gobierno brasileño.
Al asumir Bolsonaro la presidencia, una de sus premisas fue apoyar todo tipo de proyectos que generen energía y rentabilidad, por lo que no resulta extraño que apoye la construcción de usinas hidroeléctricas en distintos puntos de ese país.
El diario “gaúcho” Tres Passos News, fue uno de los tantos en reflejar la reunión que mantuvieron días atrás los principales referentes del “Movimento dos Atingidos por Barragem (MAB)” de los municipios de Pinheiro do Vale, Caiçara y Vicente Dutra (todos de Río Grande Do Sul), como así también de Mondaí, São João do Oeste e Itapiranga (Santa Ctarina), en las instalaciones del antiguo Colégio Agrícola en Itapiranga.
En esa oportunidad, uno de los que se refirió al tema fue el coordinador nacional de los MAB, Pedro Melchiors, quien señaló que el motivo de la nueva movilización del movimiento se produjo “en razón de que una nueva empresa fue autorizada por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) a efectuar el estudio de viabilidad técnica de la usina. La antigua empresa que estaba realizando ese estudio terminó desistiendo después de ser investigada en la operación Lava-Jato”.
Más adelante, Melchiors recordó que “desde 2016 no hubo ningún movimiento más, pero con todo este panorama nuevo resolvimos reunirnos nuevamente para alertar a los municipios sobre cualquier acción que pueda llegar a realizarse en pos de la continuidad de ese proyecto”.
Garabí-Panambí, también en la mira de toda la región
Otra noticia que mantiene en vilo a los líderes regionales del lado brasileño es el retome del proyecto de la hidroeléctrica Garabí-Panambí, también sobre el río Uruguay.
Independientemente de lo que puede llegar a impactar la usina de Itapiranga, se estima que Garabí-Panambí sumergirá cerca de 63 hectáreas del parque Saltos del Moconá o bien como lo denominan los brasileños, “Parque Estadual do Turvo”, incluyendo los saltos (Salto do Yucumã), considerado la mayor caída de agua longitudinal del mundo, con 1,8 km de extensión, que así podrían quedar completamente tapados.
El proyecto que data de varios años, se reactivó en los últimos meses y figura en la agenda de los presidentes de ambos países como una de las prioridades para esa zona fronteriza.
El tema fue discutido en la reunión de la “Associação dos Municípios da Grande Santa Rosa (AMGSR)” donde participaron también los intendentes Das Missões (AMM) e da Região Celeiro (Amuceleiro).
El intendente del municipio de Derrubadas, Alair Cemi, no ocultó su preocupación con los prejuicios ambientales y económicos que produciría la construcción de la usina en todo lo conocido como “Rota do Yucumã” o bien Saltos del Moconá. “Con todos los estudios nuevos que se vienen desarrollando a nivel mundial sobre energía solar y eólica, que serán el futuro de la generación de la energía eléctrica en el mundo, ¿no sería conveniente que esa inversión de 15 billones de Reales sea en ese sentido, donde nada de nuestro medio ambiente sea perjudicado? Se debería repensar el tema de construir más usinas”, resaltó Cemi.
Impacto en Misiones
Consultado por PRIMERA EDICIÓN, sobre si la posible construcción de la Usina Hidroeléctrica de Itapiranga, podría afectar de alguna manera a El Soberbio, el intendente de esa localidad, Roque Soboczinski, dijo que “teniendo como antecedente lo que ocurre actualmente con la represa Foz de Chapecó, que está mucho más lejos pero genera un impacto ambiental cuando se producen copiosas lluvias en la región, se estima que de alguna manera sí podría traer algún tipo de complicaciones. Se trata de una zona donde el río baja más rápido y, por ejemplo, las especies que todavía sobreviven en el agua sufrirían mucho con esto”.
Sin embargo el alcalde fue cauto al decir que “habrá que conocer más en profundidad los detalles técnicos pero si se reactivó eso también podrán avanzar con Garabí-Panambí, donde en toda la región del sur de Brasil están mirando con preocupación ese tema, más nuestros vecinos. Incluso estuvimos en una reunión la semana pasada en el municipio de Derrubadas para ver ese tema. Supuestamente hay un convenio firmado entre Bolsonaro y Macri para activar este tipo de represas sobre el río Uruguay”.