Los festejos de la Pachamama, que todos los años reúne a miles de turistas en el noroeste argentino y coinciden con la llegada del Carnaval, se remonta a épocas ancestrales y muestran el agradecimiento de las comunidades aborígenes a la madre tierra con distintas ofrendas y obsequios.
La fiesta central se realizará el 3 de agosto en la estación de ferrocarril de San Antonio de los Cobres, a 3.700 metros de altura y en plena puna salteña, en tanto que el cierre de los festejos se desarrollará el 31 del mismo mes en Tolar Grande, en la misma zona.
Las actividades con las cuales los pueblos andinos le agradecen a la Pachamama por todas las riquezas que brindó, incluyen ofrendas para alimentar a la Madre Tierra, como alimentos, bebidas, cigarrillos y hojas de coca, las que se depositan en un pozo en medio de agradecimientos, pedidos de perdón y ruegos a la Madre Tierra.
Los pobladores locales, además, realizan saumadas por todas las casas y ofrecen coloridos espectáculos de músicas y danzas típicas en los que le piden perdón y le expresan sus deseos a la Madre Tierra.
El cacique de la comunidad Kolla Unida, Miguel Siares, señaló durante el lanzamiento de la Fiesta que “nos da la posibilidad de mostrar nuestra cultura, nuestra historia y las bellezas de la puna salteña, y los inmensos valores ancestrales de la cultura andina”.