La semana pasada, la sede de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM fue epicentro del primero de una serie de encuentros sobre “Educación, Innovación y otra Economía para un Buen Vivir”.
En esta primera cita se trató el tema del “Protagonismo de las Organizaciones Sociales en la Innovación Social y Tecnológica para el Tratamiento y la Gestión de Residuos”.
Allí se conocieron detalles de varios proyectos, y uno de ellos fue el “Proyecto Colmena”, una iniciativa misionera premiada en 2017 por “Premios Latinoamérica Verde”, en Ecuador como uno de los mejores proyectos socio-ambientales de América Latina y utilizada como referencia desde la Cátedra Libre de Nuevas Economías de la Universidad Nacional de La Plata, además de recibir lauros en Hackaton Industria 4.0 y en Mentes Transformadoras, entre otros.
Pero ¿qué es el Proyecto Colmena? Es una iniciativa que nació de la manos de un grupo de jóvenes de Campo Viera en busca de una solución al problema de los residuos e impulsado desde la Fundación Para el Desarrollo Colaborativo (FUDECO), que es el espacio institucional desde donde se plasmó esta propuesta.
Iniciativa social
Samuel Alejandro Zubilewicz, estudiante analista de sistemas, vicepresidente de la fundación FUDECO e integrante del proyecto, relató a PRIMERA EDICIÓN que “el Proyecto Colmena es una iniciativa social que propone un modelo alternativo colaborativo de gestión de residuos, que pretende impulsar emprendimientos en cada uno de los diferentes procesos, desde la forma en que se adquieren los residuos hasta la generación de nuevos productos derivados de la reutilización o reciclaje”.
“Somos conscientes del valor que tienen los residuos e impulsamos una nueva economía social basada en la recuperación de residuos, agregar valor y distribuirlo entre todos los actores que intervengan en esta cadena”, añadió.
Por su parte Gabriel Gortari, diseñador industrial, profesor y presidente de FUDECO, comentó que “este proyecto es una herramienta que permite a cualquier ciudadano generar valor a través de sus residuos cotidianos, y a su vez es una alternativa para cuidar el ambiente”.
El mismo pretende incentivar al ciudadano la separación y clasificación de sus residuos, con el fin de permitir que los mismos puedan ser reciclados a través de procesos colaborativos distribuidos”, destacó.
Por su parte, Fabio Orué contador público y encargado de la sensibilización y la promoción educativa del Proyecto Colmena explicó que “esta es una iniciativa de innovación social y tecnológica que propone un modelo de gestión colaborativa de residuos”, con el objetivo de que “en cada una de las etapas de gestión de residuos se genere un emprendimiento”.
Así, “en la primera etapa, que es la separación en el hogar, a los vecinos que hagan esta separación se los retribuya con una moneda social virtual, que sería una criptomoneda”, apuntó.
Al ser consultado acerca de cómo se generarían microemprendimientos en cada etapa, Orué reseñó que “las personas que decidan ser ‘recolectores’, que pasan por los hogares que separen la basura, tendrían un microemprendimiento que sería distribuido. Al igual que las personas que ‘generen’ y ‘procesen’ la basura y los que ‘acopien’ también tendrían sus microemprendimientos remunerados. Nosotros tenemos una diversidad de productos finales que estamos analizando con distintas facultades y entes privados, que sería su reciclado o uso final”.
Plataforma digital
Por otra parte el contador público dejó en claro que “para que toda esta logística funcione, lo que el Proyecto Colmena propone es una aplicación digital, tipo App, para saber a dónde llevar, cómo llamar y buscar y acopiar. Esta plataforma digital debe interconectar en tiempo real a todos los actores. Entre algunas de las funciones que tendrá la plataforma es la posibilidad de conocer puntos de recepción de residuos próximos, tipos de residuos que se recuperan y dar aviso de los residuos recuperados, entre otros”.
Economía sustentable
En otro tramo de la charla, el diseñador Gabriel Gortari aclaró que “nuestra misión es promover el avance hacia una economía circular sustentable y eficiente en cuanto al uso de los recursos, repensando cómo usamos y consumimos los productos, redefiniendo las posibilidades de reutilización y reciclado y reinventando la forma como diseñamos, producimos y vendemos productos”.
Mientras que el estudiante Samuel Zubilewicz recordó que con este proyecto “buscamos fomentar la vinculación entre organizaciones, el Estado y emprendimientos sociales que de alguna forma están trabajando la problemática, para unir esfuerzos, planificar acciones en conjunto y llevar adelante las medidas necesarias para cumplir los objetivos. Incorporar nuevas tecnología que den soporte al conjunto de actores y actividades del proyecto”.
Por su puesta en marcha
Pese a que aún no se aplica este Proyecto Colmena, los mentores relataron que ya hubo un interés tanto del Gobierno provincial como de los Ejecutivos municipales de Posadas y Campo Viera. También de la UNaM, que colaboró en el armado de un prototipo de máquina para tratar el plástico.
“Este es un proyecto de múltiples impactos -destacaron- y por lo tanto requiere un trabajo conjunto con el Estado y probablemente con alguna Universidad”.
Hoy por hoy, los integrantes del Proyecto Colmena buscan seguir incentivando ese interés que se despertó en su momento tras su premiación en 2017 en el exterior y luego al año siguiente en el país, para que se pueda generar algún convenio que implique empezar a desarrollar este proyecto.
En la actualidad están articulando el Proyecto Colmena con iniciativas de otros espacios, para fortalecer sus posibilidades de concreción. Estos espacios son la fundación Manos Comunitarias y la fundación Banco de Residuos. A su vez, se trabaja la cuestión educativa y de sensibilización en forma conjunta con la cooperativa Territorios en Desarrollo; la Agrofloresta La Espiral de Cerro Corá y Educándonos para una Vida Sustentable.