Dos hombres fueron condenados por el Tribunal Penal 2 luego de haberse reconocido como partícipes del robo de armas de una vivienda de Itaembé Miní. Uno de ellos fue el autor y le impusieron una pena de 3 años de prisión, mientras que otros dos actuaron de cómplices (uno de ellos falleció en 2017).
Los tres acusados eran conocidos en el barrio y siempre por cuestiones relacionadas al delito. En la mañana del 20 de febrero de 2013, el trío actuó para llevarse elementos de un taller del fondo de una casa. Si bien fue uno solo el que ingresó, el accionar de los otros fue clave para la comisión del ilícito.
Rafael Martín Paredes, alias “Rafi”, quien entonces tenía 30 años, entró a un domicilio del barrio La Flor (Itaembé Miní). Tras desplazarse a la parte posterior, rompió un candado que trababa una puerta de madera que daba al taller. Hacía minutos que el dueño se había retirado en dirección a su trabajo. En la calle, frente al lugar, los aguardaban Eduardo Américo Sapiraín (28), quien estaba en compañía de otro secuaz. Éstos estaban haciendo de “campana”, para asegurar que “Rafi” se encargara de cometer con éxito el ilícito en la vivienda.
Esto fue percibido por un vecino, quien notó a ambos en actitud sospechosa. De a ratos pegaba una mirada para saber qué era lo que estaban tramando, pero no pudo saberlo hasta que el hecho fue consumado.
El dueño de casa no tardó en enterarse de lo que había sucedido. Cuando llegó a su negocio, recordó que se había olvidado de una herramienta, por lo que decidió regresar. Apenas ingresó, vio la puerta violentada y notó que le faltaban armas de fuego, las cuales estaban registradas a su nombre. Eran dos carabinas semiautomáticas calibre 22, una carabina de repetición calibre 17 y una pistola semiautomática calibre 22. Todas con sus respectivas municiones.
El propietario salió a la calle y se dirigió al local del almacenero de la cuadra, quien le indicó que el que había salido de su casa era una persona de cabello corto y tatuajes en los brazos. Luego el damnificado habló con otros vecinos, quienes les señalaron el nombre del autor del robo y apuntaron contra los otros dos cómplices, quienes habían estado realizando tareas de vigilancia.
Minutos después se dirigió a la seccional Novena a radicar la denuncia, en la que aportó los nombres de los sospechosos. El trío terminó detenido y se comprobó que los tres contaban con un frondoso prontuario por robos, amenazas, y coacción con armas de fuego.
Todos los datos fueron ratificados en denuncia judicial por los vecinos de la víctima. Éstos se encargaron de detallar que esa mañana, los tres se encontraban dialogando frente a la vivienda que iba ser objeto del robo. Posteriormente los testigos confirmaron que “Rafi” había salido del lugar con una caja, la cual era la que contenían las armas.
La investigación avanzó y, una vez cerrada la etapa de instrucción, la causa fue elevada a juicio para que los magistrados del Tribunal Penal 2 resolvieran el caso.
En los últimos días, dos de los acusados (el tercero ya estaba fallecido y se extinguía así la acusación en su contra), a través de un acuerdo entre sus defensores y el Ministerio Público Fiscal, solicitaron un juicio abreviado. Se reconocieron como responsables del robo y la consecuente pena que les podía caber por los tipos de delitos que se les endilgaba.
El acuerdo entre las partes fue analizado por el magistrado Augusto Gregorio Busse, en calidad de presidente del Tribunal, y los vocales César Antonio Yaya y Eduardo D’Orsaneo (subrogante).
En base a las evidencias, dieron por probada la participación de los involucrados, aunque en diferentes roles.
A Rafael Martín Paredes se le atribuyó el rol de “autor” del robo (artículo 164 del Código Penal Argentino), mientras que a Eduardo Américo Sapirain le fue endilgada la responsabilidad penal de “partícipe secundario” en el delito de robo (artículo 46 en relación al 164 del Código Penal Argentino).
De esta forma, resolvieron condenar a Paredes a la pena de tres años de prisión, mientras que a Sapiraín le fue aplicada la sentencia de dos años de cárcel. Fueron declarados reincidentes, atendiendo a que ya habían cursado condenas anteriores.